Robinho, el exjugador brasileño y antiguo miembro del Real Madrid, entre otros equipos, enfrenta una condena de nueve años por su participación en un asalto sexual grupal en 2013 en Milán. Actualmente, el Tribunal Superior de Justicia de Brasil está por decidir si ratifica la sentencia impuesta. A pesar de su condena, Robinho reside en Brasil, donde la ley impide su extradición.

El exfutbolista, procesado en enero de 2022, aún no ha sido encarcelado debido a estas protecciones constitucionales. Sin embargo, podría ser recluido en Brasil dependiendo del fallo del tribunal este miércoles.

En este sentido, en recientes declaraciones a TV Record, Robinho se ha vuelto a proclamar "inocente" y ha denunciado un sesgo racial en la justicia italiana, sugiriendo que un acusado blanco habría recibido un trato diferente: “Si mi juicio fuera para un blanco, sería totalmente diferente, sin ninguna duda. Espero que en Brasil pueda tener la voz que no tuve fuera”.

Además, rememorando su tiempo en Italia, ha criticado la inacción ante el racismo, insinuando que esto podría haber influido en su condena. “Jugué cuatro años en Italia y me cansé de ver historias de racismo. Desgraciadamente hoy pasa. Eso ocurrió en 2013 y hoy estamos en 2024, lo que me lleva a creer que los mismos que no hacen nada contra el racismo son los mismos que me condenaron en mi juicio”, ha denunciado.

De esta manera, el exfutbolista brasileño ha sostenido que el encuentro fue consensuado y ha cuestionado la demora de la denuncia por parte de la víctima. Asimismo, en redes sociales, ha afirmado tener evidencia para probar su inocencia, a pesar de que su culpabilidad fue establecida en el juicio.

En concreto, Robinho fue condenado por un tribunal italiano por su participación en la violación en grupo de una joven albanesa en una discoteca de Milán en 2013. El Tribunal de Casación de Roma confirmó la sentencia, declarándola "firme, inapelable y cuya ejecución es inmediata". Además, se le ordenó pagar 60.000 euros a la víctima como compensación.

Las diferencias de las leyes de extradición en Italia y Brasil

La extradición es un proceso legal complejo que implica la entrega de una persona acusada o condenada por un delito en un país, a otro país que solicita su regreso para enfrentar juicio o cumplir una sentencia. Las diferencias entre las leyes brasileñas e italianas sobre extradición son significativas y tienen un impacto directo en casos internacionales como el de Robinho.

La Constitución de Brasil prohíbe la extradición de ciudadanos brasileños natos, lo que significa que un ciudadano brasileño no puede ser entregado a otro país para ser procesado o para cumplir una sentencia. Esta protección constitucional es un derecho fundamental que prevalece sobre los tratados internacionales. Sin embargo, Brasil puede juzgar a sus propios ciudadanos por delitos cometidos en el extranjero, lo que permite que se haga justicia sin necesidad de extradición.

Por otro lado, Italia tiene acuerdos de extradición con varios países y puede solicitar la extradición de individuos acusados de delitos graves, como es el caso de Robinho. La ley italiana permite la extradición siempre que no se viole el principio de doble incriminación, es decir, que el acto sea considerado delito tanto en Italia como en el país al que se solicita la extradición.

En el caso de Robinho, el delito de violación es un delito tanto en Brasil como en Italia, cumpliendo con el requisito de doble incriminación. Sin embargo, debido a su ciudadanía brasileña, la extradición no es posible. Esto ha llevado a la situación actual, donde el Tribunal Superior de Justicia de Brasil debe decidir si confirma la sentencia italiana y, en caso afirmativo, si Robinho cumplirá su condena en Brasil.

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