La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) trabaja para aplacar el vendaval social que se ha levantado contra Luis Rubiales, presidente del órgano federativo, tras besar en la boca sin consentimiento a Jenni Hermoso durante la ceremonia de entrega de medallas y trofeo. El protagonismo de una hazaña histórica para el deporte español y en particular para el fútbol femenino, fue eclipsada por la actitud machista del máximo responsable del fútbol español y sus sucesivas actuaciones. Después de una ronda nocturna por las radios deportivas del país, en la que regaló una colección de improperios a quienes censuraron su comportamiento y un vídeo de disculpas descafeinado 24 horas, el ente ha convocado una Asamblea General Extraordinaria para el próximo viernes 25 con carácter de urgencia, abriendo, además, “diligencias internas” vinculadas a “asuntos de Integridad”.
La espada de Damocles pende sobre la cabeza de un Luis Rubiales que, según fuentes de su entorno, se niega a dimitir. El máximo responsable del fútbol español arrebató todo el protagonismo a las heroínas de Sidney con su beso en la boca a Jenni Hermoso en la ceremonia de entrega del trofeo. Toda la presión recae sobre el presidente de la RFEF, incluyendo la del Gobierno en funciones del país. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, advirtió este pasado martes que su vídeo de disculpas era “insuficiente” y le instó a que siguiera avanzando para esclarecer lo ocurrido en Australia. “Fue un gesto inaceptable”, describió el líder socialista ante los periodistas en el Palacio de la Moncloa.
La intervención del presidente del Gobierno ha activado los resortes en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. La RFEF emitió un comunicado en la tarde del martes en el que anunciaba la apertura de diligencias internas referentes a “asuntos de Integridad” tras el acto machista perpetrado por su máximo responsable. Asimismo, se ha convocado una Asamblea General Extraordinaria con “carácter de urgencia”, que se celebrará en el cuartel general de la Federación el próximo viernes 25 de agosto, a partir de las 12:00 horas. En la nota informativa facilitada por el órgano federativo se omite cualquier alusión explícita al beso de Rubiales a Hermoso, limitándose a cuestiones que afectan a códigos de integridad, amén del “resto de protocolos aplicables”.
Polémico vídeo
Hasta el momento, Rubiales descarta renunciar a su cargo, como también comparecer ante los medios de comunicación. Toda la acción defensiva de la RFEF pasa por un vídeo publicado por los perfiles del organismo en redes sociales, mediante el cual pidió disculpas públicas por un acto “sin mala fe por ambas partes”. “Lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo… Pues seguramente me he equivocado. Fue un momento de máxima efusividad, sin mala fe”, explicaba el exfutbolista. En cualquier caso, subrayó que debe entender que cuando se dirige una “institución tan importante como la Federación hay que, sobre todo en ceremonias y este tipo de cuestiones, tener más cuidado”.
El vídeo no aplacó el maremágnum de críticas hacia la figura de un presidente que a ojos de la opinión pública está más que amortizada, sino que incluso fue a mayores. Según publicó el digital deportivo Relevo, el presidente de la RFEF presionó a Hermoso para que aparecieran juntos en el vídeo, con mediación también del seleccionador, Jorge Vilda, quien se puso en contacto con la familia de la futbolista para convencerla. Sin embargo, a pesar de la insistencia de ambos, la flamante campeona del mundo se negó.
El beso tan solo es la punta del iceberg, pues las prácticas de la RFEF para contener la presión social se han puesto también en cuestión, máxime cuando, en la tarde del mismo domingo, el ente federativo filtró unas supuestas declaraciones a la Agencia EFE de la futbolista del Pachuca mexicano. Palabras que, según ha desvelado Relevo, tampoco salieron de la boca de Hermoso, quien sí se pronunció sobre el beso en tono irónico en sus redes sociales, señalando que no le gustó. “Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento. No se puede dar más vueltas a un gesto de amistad y gratitud”, rezaba la presunta intervención de Hermoso.
Máxima presión
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha insinuado la dimisión del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, por el beso en la boca a la jugadora de la selección española de fútbol, Jenni Hermoso, al considerar que las disculpas dadas son "insuficientes" y que el dirigente "tiene que continuar dando pasos".
"Lo que vimos fue un gesto inaceptable. Creo que las disculpas que ha dado no son suficientes, hasta incluso creo que no son adecuadas y que por tanto tiene que continuar dando pasos para aclarar lo que vimos todos", ha afirmado Sánchez en rueda de prensa en Moncloa tras la ronda de consultas con el Rey para la investidura. A juicio de Sánchez, el comportamiento de Rubiales manifiesta "algo que en nuestro país queda mucho por recorrer".
La postura del presidente del Gobierno rima con la que transmiten desde el Consejo Superior de Deportes (CSD), que se remiten a las palabras de Sánchez y ratifican que han recibido la denuncia de Miguel Galán, presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol en España (CENAFE) y rival de Luis Rubiales en las elecciones para presidir la Real Federación. La Secretaría de Estado para el Deporte asegura que seguirá el proceso analítico, como cualquier otra denuncia recibida, para analizarla jurídicamente. Sumar también ha querido sumarse a la presión con otra demanda contra el presidente de la RFEF.
La pelota ahora, por tanto, está en el CSD y, en último término, en el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), que es el organismo que decidirá sobre la inhabilitación o no de Luis Rubiales. Así lo explicó en redes sociales la que en tiempos fuera secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano. La socialista aseguró que el presidente de la RFEF no dimitirá y tan solo hay cabida para la destitución “por atentar contra la igualdad en el deporte, por dañar gravemente la imagen de España y por presionar y revictimizar a Hermoso, así como por mentir”. “El CSD lo puede hacer”, expuso Lozano.