El accidente de José Antonio Reyes, exjugador profesional de fútbol e ídolo de la afición sevillista, sigue dando que hablar. Su muerte se produjo el pasado 1 de junio tras salirse de la carretera. Los primeros indicios apuntaban a que el utrerano conducía demasiado rápido, pero los últimos estudios descartan esa posibilidad y reconducen la investigación.

Miriam Moya, perito especialista en accidentes de tráfico, ha sido la última en remover lo sucedido y apuntar en dirección contraria a la Guardia Civil. Tal y como ha recogido el diario El Español, Moya cree que si el quitamiedos hubiera estado colocado donde debería José Antonio Reyes podría haberse salvado.

Y es que según apunta esta profesional el coche no debería haberse salido del arcén, ya que el quitamiedos debería haber estado situado a una distancia de 100 metros cuando hay una obra de drenaje -como era el caso-.

Sobre si se habría evitado el accidente, Moya se muestra más cauta: “Eso es imposible de saber. El quitamiedos no evita el accidente, pero sí que sea de menor nivel. Esto hubiera hecho que el coche no hubiera quedado boca abajo y probablemente el Mercedes no se habría incendiado, pero no se sabe si habría salido con vida”.

Además, en otro informe, la perito especializada apunta a que el accidente se habría producido por un pinchazo en la rueda trasera cuando el futbolista conducía a una velocidad comprimida entre los 111 y los 128 kilómetros por hora.

Este hecho cobra fuerza, ya que ya ha trascendido que el propio Reyes sabía que estaba conduciendo con la llanta dañada.