La Iglesia es uno de los sectores que más afectados se ha visto desde que el Gobierno, antes de declarar el estado de alarma, pidió evitar aglomeraciones como medida preventiva. Esta medida, con el confinamiento, ha impedido la celebración de misa o cualquier otro acto religioso. En consecuencia, los feligreses y feligresas han optado por continuar con sus habituales ritos de manera online.

Según un informe de GECA en base a datos de Kantar, recogido en Bluper, la audiencia de la misa en TRECE en la cuarentena ha aumentado en un 600%, mientras que la de La 2 ha aumentado en un 88%.

No obstante, la Iglesia ha lanzado un aviso a navegantes: hay que verla en directo, no en diferido.

“Con la misa en directo nos unimos a algo que está ocurriendo en ese momento junto a otras millones de personas, en la Tierra y en el cielo. Por tanto, siempre en directo porque así participas en ese acto y estás involucrado en la misma", ha dicho Juan Carlos Ramos, sacerdote y director de la Fundación COPE.

Ramos ha recordado que "lo más importante es tener en cuenta que no es un programa más de televisión o de radio. No se trata de ver, sino de participar. No hay que sentarse a mirar pasivamente como el que ve otro programa de televisión”.