La música es un vehículo extremadamente poderoso para lanzar mensajes positivos y cambiarle el día a cualquier persona que lo esté pasando mal. Paralelamente, poner en el centro de la conversación un asunto tan importante como la salud mental es una responsabilidad social que se acentúa especialmente si hablamos de los centros educativos. Bajo este telón de fondo y estas premisas nace 'Rap en Positivo', una actividad extraescolar en forma de taller musical para alumnos de 3º y 4º de ESO y de Bachillerato con la que cualquier instituto puede contar si lo desea.
La actividad tiene una duración total de 90 minutos y se divide en dos partes: Un concierto de rap de 30 minutos con canciones sobre resiliencia y autoestima y un coloquio interactivo de 60 minutos, guiado por un psicólogo, acompañado de un Kahoot! y en el que se tratan temas como las redes sociales o la ansiedad, puntos clave en la vida de muchos adolescentes. "No es una charla donde los alumnos simplemente se sientan a escuchar; es una experiencia que conecta de verdad con ellos, invitándoles a participar e implicarse en la conversación", explica el director del IES San Juan Bautista, uno de los centros que ha contado con esta actividad.
El objetivo principal de este taller es, en propias palabras de los organizadores, "ofrecer una experiencia educativa y entretenida que combina el poder transformador de la música con un enfoque en salud mental".
Entre los beneficios de este taller destacan el desarrollo de la capacidad para aprender a identificar emociones y síntomas comunes, romper estigmas sobre la salud mental y conseguir que los jóvenes que pierdan el miedo a pedir ayuda. El juego convierte los temas difíciles en accesibles, y participar en el evento refuerza lo aprendido de manera interactiva al ser un espacio de participación en el que los jóvenes hacen suyo el aprendizaje porque lo construyen con sus preguntas. Al mismo tiempo, el formato lucha contra uno de los grandes problemas de las nuevas generaciones y de los actuales modelos culturales predominantes: inspira a la reflexión en lugar de fomentar el consumo pasivo. Al mismo tiempo, utiliza la música como una salida emocional positiva, pretendiendo también lanzar mensajes gratificantes y dando alternativas a la música mainstream. "La alternativa no es censurar lo que escuchan, sino enseñarles a elegir mejor", argumentan los responsables.
"Me gustó muchísimo la forma tan directa de tratar estos asuntos, sin tabúes. Simplemente planteando las cuestiones e invitando a las personas del público a reflejarse en ellas y a expresarse", señalaba África Jodar, profesora IES Ciudad de los Poetas, en la misma línea que Roi Álvarez, el director del Colegio Guzmán el bueno: "Utilizar tanto la música como hilo conductor me parece positivo. La música tiene una capacidad de transformar y es algo que los chavales utilizan y que les afecta en su día a día".
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