El 13% de las viviendas que se compran se destinan a la segunda residencia. Así lo reveló el informe “Perfil del comprador de segunda residencia en España”, elaborado por el portal inmobilario Fotocasa y que conocimos el pasado verano. El mismo servía para dibujar el perfil medio del comprador: hombres (un 57%) con una media de edad de 46 años.

Hay más datos llamativos sobre la segunda residencia en España. El 87% de las adquiridas fueron de segunda mano, lo que se debe, en parte, a que solo un 5% de los compradores restringen su búsqueda a viviendas de obra nueva, según el informe de Fotocasa. Además, en cuanto a zona de residencia, el 21% de las personas buscaron o compraron en Madrid, comunidad a la que sigue Andalucía (un 17%), Cataluña (13%) o País Vasco (8%).

La segunda vivienda, además, está pensada para el disfrute personal y familiar del comprador, ya que el 59% no tiene pensado ponerla en alquiler. El 34% lo hará en cortos periodos de tiempo, y solo el 7% piensa hacerlo por larga duración.

Eso sí, para poder disfrutar la segunda residencia hace falta saber qué necesita, qué habría que cuidar para que haga sentir la misma comodidad que la vivienda habitual.

Decoración acorde

Hacerse con una web de cabecera en lo que a decoración del hogar y arquitectura se refiere, como es www.visitacasas.com, resulta de mucha utilidad. Es una fuente de inspiración, un lugar del que tomar prestadas algunas ideas para ganar en bienestar y confort.

La decoración de la segunda residencia será acorde al lugar en el que se encuentre, por ejemplo, si es un sitio de costa, de montaña o está en medio de la ciudad. Un estilo fresco y bohemio, rústico o minimalista sería lo más acorde según cada caso. Es necesario prestar mucha atención, por lo tanto, a los colores: si el campo pide rojizos, marrones o amarillos, que llenen el espacio de calidez, el mar hace lo propio con aguamarinas, celestes o blancos. Este consejos adquiere todo su sentido en las zonas exteriores, como terrazas, jardines o patios.

La clave, en todo caso, está en crear un hogar para el disfrute, un sitio al que escapar de la rutina y recargar pilas. Es contraproducente, por lo tanto, recargar los espacios con muebles y otros enseres. No, la segunda residencia no es el lugar al que llevar todo aquello que nos regalan y no queremos, o hemos comprado para la primera residencia pero ya no queda bien. Menos es más a la hora de buscar el equilibro y la armonía.

Una buena idea, cuando no se sabe qué utilizar como elemento de decoración, es decantarse por lo natural, y no hablamos solo de plantas. La tendencia actual está llena de motivos naturales en telas para cojines o cortinas vaporosas, a los que se puede añadir enseres de madera, de mimbre... El toque tropical, de forma más específica, quedará estupendo en la segunda residencia de playa.

¿Playa o montaña?

Dependerá de las preferencias del comprador, pero hay masias en Girona, por ejemplo, que por su arquitectura y su entorno natural resultan muy atractivas. La venta de casa rústicas, precisamente, es lo que destaca entre los servicios inmobiliarios de House Catalonia.

En todo caso, más que la localización de la vivienda, es imprescindible comprobar bien el estado y considerar los gastos de mantenimiento para evitar que se convierta en un foco de problemas. Así lo recuerda la revista Consumer, que advierte, en primer lugar, que comprar un casa es atarse a un lugar concreto.

La primera pregunta es: ¿el enclave gusta mucho como para que querer pasar en él la mayor parte del tiempo libre? Si la respuesta es afirmativa, adelante. Además, lo ideal es, si es un lugar en el que pasar fines de semana y vacaciones, que sea una zona a la que se pueda acceder con facilidad.

Comprobar el estado de la vivienda pasa, por otro lado, por revisar que todo es legal. Si es de segunda mano, habrá que inspeccionar el sistema eléctrico, las tuberías, el suelo, las humedades, las posibilidades conexión a televisión por cable o Internet, etc.

Hay que hacer números para evitar que la segunda residencia suponga un problema para la economía familiar. Consumer considera que ninguna familia debería destinar los ingresos de más de cuatro años a pagar una vivienda, y ahí entra compra, reformas y gastos de mantenimiento (IBI, suministros, gastos de la piscina o el jardín, de comunidad, impuestos...).

En todo caso, si no prevé utilizarla mucho, lo ideal es alquilarla por temporadas.

Seguridad ante todo

La seguridad es otro capítulo importante. De hecho, si se prevé guardar artículos de más o menos valor en la vivienda, uno de los primeros objetos a adquirir serían cajas de seguridad baratas, como una caja fuerte pequeña. Las cajas fuertes empotrables, entre todas ellas, son una buena opción.

Al margen de ello, unos cerrajeros afincados en Madrid, como son Cerrajeros Durán, ofrecen consejos profesionales para cuidar la vivienda. Para empezar, un familiar o persona de confianza debería pasar por allí con asiduidad, y hacer cosas como recoger el correo o la publicidad del buzón, o limpiar la entrada. Una casa que se sabe está deshabitada es muy atractiva para los ladrones.

Por supuesto, dejar llaves escondidas está prohibido, y es preferible utilizar cerraduras de alta seguridad para evitar técnicas como el bumping, ganzúa o taladro. Las inteligentes parecen buena opción, y mejor aún si se refuerza la seguridad que aportan con un segundo cerrojo.

Por otra parte, los cerrajeros recomiendan no llamar la atención, por ejemplo, con una puerta diferente al resto de casas.

Tiempo de reformas

Es posible que la segunda vivienda necesite reformas, sean de mayor o menor calado. De hecho, aunque una empresa de reformas puede hacer un cambio total, solo con cambiar los accesorios del baño ya le estamos dando una vida diferente.

Ana Utrilla, diseñadora de interiores, recomienda desde su blog acometer las reformas en verano, por varios motivos: los días son más largos, hay más tiempo libre, apenas hay humedad y la empresa de reformas tendrá posiblemente menos trabajo.º