Confiésalo. En tu casa se acaba el chocolate, los bollos y las chuches mucho antes que las verduras y el pescado. Y es que la tentación está instalada en los macropasillos del súper, esperando en los estantes que te enamores de su packaging y te lo lleves a casa. En el interior, un suculento dulce de chocolate espera que le des un mordisco... mmmm pero, ¡un momento! ¿cuánto azúcar has consumido hoy?

La cosa es más seria de lo que piensas. Es cierto que no debemos caer en el peligro de las dictaduras alimenticias y evitar el consumo de azúcar a toda costa (a no ser que seas diabético, claro), pero exceder los 25 gramos diarios (equivalente a 6 cucharaditas) recomendados por la Organización Mundial de la Salud, es jugártela de forma totalmente innecesaria. Además, la OMS también recomienda que no sobrepasemos el 5% de energía ingerida a partir de azúcares libres (los que no están presentes de forma natural en los alimentos y que han sido añadidos en su producción). 

Algo bastante difícil de llevar a cabo si tenemos en cuenta que más del 70% de los productos envasados que compramos en el súper contienen azúcar añadido. Y el problema viene que, su consumo excesivo, afecta gravemente a nuestra salud en general. Además, según los neurocientíficos, actúa como una droga en nuestro cerebro, por lo que el 'desenganche' puede ser casi tan fatídico como dejar la coca.

De hecho, la Alianza por el Control del Azúcar reconoce que su consumo ha aumentado un 20% en los últimos años. Ellos abogan porque el azúcar ha desaparecido quizás de nuestra vista, pero no de nuestra dieta. "Más del 75% del azúcar que ingerimos nos llega incorporado en alimentos elaborados donde no lo vemos ni reconocemos."

Según explicó recientemente la neurocientífica Nicole Avena, "la corteza cerebral activa los receptores del sistema de recompensas, lo que incita a consumir aún más azúcar debido al engañoso sentimiento de placer que sentimos. Esto se debe a la liberación y aumento de los niveles de dopamina, que altera la química natural de nuestro cerebro y nos pide más y más".

El problema es que tu cuerpo se adapta a este consumo sin mayor problema, provocando diversos problemas de salud que pueden llegar a ser importantes. En primer lugar, te hace perder el autocontrol y el deseo. Además, las personas que consumen mucho azúcar tienen mayor probabilidad de padecer diabetes, depresión, ansiedad, deterioro cognitivo, pérdida de memoria e incluso alzhéimer.

Como bien explica Elite Daily en este vídeo, una vida con demasiado contenido en azúcares también puede arruinar tu humor e incluso tu magnífico aspecto físico. ¿Seguro que vas a terminarte ese dónut?