Este domingo 6 de diciembre se celebra el Día de la Constitución. La fecha elegida corresponde a la fecha en la que Juan Carlos I ratificó la Carta Magna que establecía la división de poderes, la organización territorial o el sufragio universal. En definitiva, la vuelta de la democracia tras 40 años de dictadura.

Durante los 42 años que la Constitución lleva vigente en España no han sido pocas las veces que se ha abordado el debate acerca de actualizar y modernizar el texto. Uno de los puntos que más polémicas levanta corresponde a la discriminación de la línea sucesoria.

Según lo dispuesto a día de hoy en artículo 57.1 del reglamento: "La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos”. Es decir, si los actuales reyes de España tuvieran un varón, Leonor dejaría de ser heredera al trono.

Solo tres países en el mundo tienen en consideración esta norma. Mientras que España, Liechtenstein y Mónaco optan por el varón antes que por la mujer, países como Bélgica, Noruega, Suecia, Holanda o Reino Unido lo hacen por el primogénito, independientemente del género del aspirante al trono.

Este precisamente es el motivo por el que Felipe VI ostenta el título de Rey de España. Si esta norma no hubiera estado vigente, ahora mismo sería la Infanta Elena quien con 56 años sería la jefa del Estado. Incluso si Elena se quedara fuera de la línea sucesoria, el título de Reina lo ostentaría la Infanta Cristina con 54, frente a los 51 de Felipe.

Zapatero lo intentó dos veces

En el año 2005, el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, intentaba modificar el texto constitucional para que el fruto del embarazo de los entonces Príncipes de Asturias se convirtiera en heredero al trono. Pese a que no obtuvo éxito, en 2006 volvió a intentarlo durante el segundo embarazo de Letizia para volver a fracasar en el intento.

Si la Infanta Sofía hubiera sido un varón, la hoy Princesa de Asturias hubiera dejado de ser la heredera. Sin embargo, al conocer que se trataba de una niña, políticos y juristas se relajaron y pospusieron el cambio constitucional, que hubiera sido un largo y complejo proceso.

Convocar elecciones para que Leonor sea reina

El artículo 168.1 del texto constitucional dictamina que "cuando se propusiere la revisión total de la Constitución o una parcial que afecte al Título preliminar, al Capítulo segundo, Sección primera del Título I, o al Título II", es decir: los artículos básicos que hacen referencia a las bases del texto como la capitalidad del Estado o la lengua, los derechos fundamentales y la Corona deben ser aprobados mediante la fórmula de la reforma agravada.

¿Qué es la reforma agravada de la Constitución? Es un procedimiento complejo y largo que todavía no ha sido utilizado. Pensando para dotar de una especial protección a los artículos más importantes y sensibles de la carta magna necesitan como primer requisito ser aprobado por el Congreso y el Senado con una mayoría cualificada, es decir: dos tercios.

En el momento en el que se apruebe, se tienen que disolver las Cámaras y convocar elecciones. El Parlamento resultante tendría que volver a votar sobre la decisión y aprobar la reforma por mayoría simple. Tras volver a revisar el texto, las nuevas cortes votarían otra vez el texto con una mayoría cualificada y tendrían que someter a referéndum la propuesta. Si los españoles votan que sí, el cambio en el texto sería finalmente aprobado.