El padre Ángel lo ha vuelto a hacer. La organización que fundó en 1962, Mensajeros de la Paz, ha organizado, un año más, su tradicional cena de Nochebuena para las personas sin hogar. En esta edición, el Real Casino de Madrid es el lugar escogido para acoger la cena, como ya lo fueron el Senado y el Congreso de los Diputados en las dos ediciones anteriores.

“Esta Navidad podremos abrazarnos, compartir y gozar de la compañía de las personas a las que queremos y nos quieren”, asegura el párroco de la madrileña Iglesia de San Antón. Además, ha comentado que confía en que “todas las medidas anticovid” que han establecido les permitan “cenar y disfrutar sin problemas”.

Este acto es la primera vez que se organiza en una institución de ámbito privado, ya que hasta ahora y desde 2015 se ha celebrado en edificios públicos, como el Palacio de Cibeles, el Centro Cultural de la Calle Farmacia, el Círculo de Bellas Artes, el Senado o el Congreso. El diseño del menú corre a cargo del chef Paco Roncero, y sus antecesores han sido compañeros de la talla de Martín Berasategui y Rodrigo de la Calle.

A esta edición acuden personalidades relevantes, como el Cardenal de Madrid, Carlos Osoro, y el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida. A la cena acuden 90 personas en situación de vulnerabilidad y más de 40 voluntarios para hacer de pinches de cocina, camareros de mesas, registro de personas… Además, para evitar cualquier riesgo que tenga que ver con la pandemia del coronavirus, se ha activado un protocolo covid y a los asistentes, todos con pauta de vacunación completa, se les realiza un test de antígenos antes de la cena. La cena se realiza este 24 de diciembre de 19:oo horas.

El presidente del Real Casino, Rafael Orbe Corsini, ha agradecido la propuesta de la ONG para poner el establecimiento a su disposición para este acto tan solidario: “Cuando el padre Ángel me propuso celebrar la cena de Nochebuena en el Real Casino de Madrid no dudé ni un segundo en apoyar la iniciativa que, además, fue refrendada por unanimidad por toda la Junta Directiva. Es un pequeño gesto, pero si sirve para que algunas personas pasen una noche especial, habrá merecido, y mucho, la pena”.