La investigación sobre la desaparición de Madeleine McCann vuelve a uno de los puntos de partida. La Policía Judicial portuguesa arrancará este martes la examinación del embalse cercano a la zona del Algarve, donde la pequeña desapareció hace 16 años atrás.

Este nuevo cauce del caso se ha abierto a petición de las autoridades alemanas, que señalaron a Christian Brueckner, como principal sospechoso. Por este motivo, tanto efectivos alemanes como británicos (por la nacionalidad de la niña) participarán en este nuevo rastreo, focalizándose así en las zonas de la presa de Arade, a 50 kilómetros de Praia da Luz. Fue en este enclave cuando sus padres perdieron la pista de su hija, de tan solo tres años, cuando pasaban las vacaciones en Portugal.

El objetivo de las autoridades es probar o, a la contra, descartar, si aún quedan restos mortales o pruebas que apunten al paradero de la pequeña. Está previsto que las pesquisas duren en torno a dos y tres días.

En cuanto al principal sospechoso, cabe destacar que tiene pendiente otro juicio en Alemania por delitos sexuales cometidos entre 2000 y 2017, aunque la Fiscalía alemana ha aclarado que dichas acusaciones no guardan relación alguna con la desaparición de Madeleine McCann.

Principal hipótesis de los hechos

Desde el momento de la desaparición hasta el día de hoy, han sido muchas las incógnitas que han circulado en torno a la investigación de Madeleine McCann. La principal versión sostiene que la desaparición tuvo lugar el 3 de mayo de 2007, cuando la niña fue raptada de la habitación del hotel donde se hospedaba toda la familia.

En un primer momento, todas las direcciones apuntaron a Robert Murat, un ciudadano británico, divorciado y padre, quien vivía cerca del apartamento en el que se alojó la familia McCann en el momento de la tragedia. Después de una primera investigación, fue exonerado e indemnizado con 750.000 euros por hasta once periódicos británicos al haber vulnerado su imagen y honor públicamente.

Después, apareció en escena el sospechoso clave: Christian Brueckner. Todas las alarmas saltaron cuando fue extraditado desde Portugal a Alemania en 2017, acusado de haber abusado sexualmente de menores en Grecia. Posteriormente, y gracias al rastreo de sus dispositivos móviles, pudo comprobarse cómo el alemán se encontraba muy cerca del hotel en el que estuvo la familia McCann diez años antes, justo en la desaparición de la pequeña Madeleine.

La Madeleine McCann falsa

Cabe recordar que hace escasos meses atrás saltó al ámbito internacional un testimonio que estuvo a punto de dar un giro de 360 grados a la investigación: una joven adolescente dijo ser Madeleine McCann.

Julia Faustyna Wendell, una chica polaca manifestó ser la niña desaparecida después de haber mostrado supuestas pruebas físicas que probaban su identidad y, por ello, haber conseguido hasta un millón de seguidores en redes sociales.

No obstante, su teoría no tardó en desmontarse cuando sus padres fueron conocedores de su alcance mediático y la repercusión mundial que estaba teniendo. Sus progenitores, así, salieron públicamente a defender que su hija tenía serios problemas mentales y que sabía a la perfección que no era la niña británica desaparecida en Portugal. “Es la tercera vez que se hace pasar por una niña desaparecida”, aseguraron a Daily Mail.

La joven se encuentra actualmente en Estados Unidos, en compañía de una médium que ha actuado como su guía y acompañante durante este proceso, todo ello pese a las demandas de sus padres porque vuelva a casa, en Wroclaw (Polonia): “Julia tiene que regresar a su casa y recibir el tratamiento. Es lo único que hará feliz a su familia”, recogió El Mundo en cuanto al testimonio de su familia.