La Policía tuvo que intervenir en las fiestas de San Fernando de Henares (Madrid), la madrugada del pasado sábado, en medio de una pelea multitudinaria, cuyas imágenes se han difundido este miércoles.

En un vídeo, que adelanta ABC, puede verse a los policías acudir al lugar de la trifulca y evitar que la situación se descontrolara en el recinto ferial de esa localidad madrileña, ubicado en el parque Dolores Ibárruri. El Ayuntamiento ha minimizado lo ocurrido al afirmar que estas fiestas han sido más tranquilas que otras celebradas en años anteriores. "El episodio más grave ha sido por un botellazo en la cabeza de hombre", han dicho fuentes del Consistorio al citado diario. Según algunos testigos, los que iniciaron la pelea fueron miembros de un grupo que, al parecer, está vinculado a una banda latina afincada en esa localidad.

"Hubo navajazos"

Un joven que se encontraba en el lugar explicó que la pelea fue "entre dos bandas latinas y que hubo navajazos y los servicios de emergencia tuvieron que intervenir para atender a los heridos. Sin embargo, esta no fue la única pelea de la noche ya que horas después se produjo un nuevo altercado en el que también la policía intervino para separar a los jóvenes que se estaban peleando y poner orden", informa Telemadrid.

Incidentes en Cobeña, Móstoles y Majadahonda

Lo ocurrido en San Fernando de Henares recuerda a otro hecho similar en las fiestas de Cobeña, donde un joven fue asesinado tras enfrentarse a una banda que robaba móviles. Otras fiestas, en Móstoles también terminaron con varios heridos por las reyertas durante las fiestas del municipio.

Por otra parte, 13 jóvenes se sentaron ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid, acusados de desordenes públicos y lesiones durante altercados acaecidos en la madrugada del 22 de septiembre en las fiestas patronales de Majadahonda. Varios policías resultaron heridos. La Fiscalía reclama un año de cárcel para cada uno de los acusados por desórdenes públicos y para siete de ellos añade una petición de penas que oscilan entre los tres meses por un delito leve de lesiones y un año por atentado contra la autoridad.