Este martes, la Fiscalía de Valladolid ha solicitado una condena total de nueve años de prisión para un hombre, identificado como R.A., acusado de un delito de tentativa de asesinato. Los hechos ocurrieron en marzo de 2023, cuando R.A. supuestamente atacó a un compañero de piso con un martillo, asestándole cuatro golpes en la cabeza debido a desavenencias previas. El juicio se llevará a cabo el próximo martes en la Audiencia de Valladolid, donde el acusado enfrentará también cargos por amenazas y lesiones leves.
Además del delito principal, por el que podría ser condenado a ocho años de cárcel, se le acusa de amenazar a otro compañero de piso, delito por el cual la fiscalía propone una pena de un año de prisión. Asimismo, se solicita que R.A. pague una multa de 360 euros por lesiones leves y una indemnización de 6.305 euros al principal afectado por lesiones y secuelas, además de 200 euros a otro afectado.
Acusado de tentativa de asesinato con un martillo
La agresión se remonta a la madrugada del 9 de marzo de 2023. Según los informes, R.A., quien se encontraba en situación irregular en España, irrumpió en la habitación de su compañero en una vivienda compartida en el Páramo de San Isidro. Tras agarrar a la víctima por el cuello y amenazarla con matarla y quemar todo, intentó incendiar la habitación horas después, sin éxito gracias a la intervención de otro inquilino.
La situación escaló al día siguiente, alrededor de las 16:20, cuando R.A. regresó al piso. En presencia de otros dos inquilinos, extrajo un martillo que llevaba oculto y golpeó repetidamente en la cabeza a uno de ellos mientras gritaba "¡te mato, te mato!", hasta que la víctima perdió el conocimiento. Otro residente logró desarmar al agresor, quien fue detenido posteriormente en las afueras del complejo residencial.
La policía encontró en el lugar del ataque un martillo de 30 centímetros con restos de sangre. Los testigos relataron a las autoridades que el agresor había estado causando problemas durante varios días, incluyendo un intento de prender fuego a unos colchones fuera de la vivienda. Estos incidentes culminaron con el violento ataque, motivado por la negativa de los residentes a convivir con el agresor.