Todas las miradas estaban puestas este domingo en el Obispo de Mallorca, Javier Salinas, durante el acto de apertura la puerta de la Misericordia de la Seu, convertida en puerta santa, para iniciar así el Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco. Y es que había gran expectación  tras las informaciones periodísticas sobre una supuesta relación sentimental con su secretaria Sonia Valenzuela y después de que el propio Salinas rompiera su silencio.
Antes de abrir la puerta de la Misericordia de la Seu, Salinas invitó a los fieles a recordar que “esta es la puerta del Señor, nosotros entramos para obtener misericordia y perdón”, según informa el Diario de Mallorca.

“Hoy el Señor llama a nuestra puerta. Nadie puede llamarse cristiano si no sigue sus pasos”, dijo. “Esta año la Iglesia quiere ser un hospital después de la batalla, quiere curar a los heridos, acoger a todos sin excluir a nadie”, expresó Salinas desde el altar en el tercer domingo de adviento, cuando los católicos se preparan para la llegada de la Navidad. Salinas quiso expresar ante los fieles que “la Iglesia debe transmitir misericordia, vivirla en primera persona, ser sierva de los más necesitados y a la vez mediadora para solucionar sus problemas" según destaca Diario de Mallorca.

¿Una relación impropia?
Fue ese periódico el que, el pasado martes, desvelaba que la Santa Sede estaba investigando el vínculo del Obispo Javier Salinas con una integrante de su equipo episcopal. Ella, Sonia Valenzuela van Moock-Chaves, hija de la condesa sevillana de Albercón, profesora asociada del departamento de Economía Aplicada de la UIB, y una persona muy conocida en la alta sociedad mallorquina, había sido nombrada el pasado mes de septiembre por el Obispo Secretaria Adjunta para relaciones institucionales.

El marido de Valenzuela, Mariano España, que llegó a recurrir a detectives privados para investigar las relación de su mujer con el Obispo, ha interpuesto una denuncia ante en nuncio de la Santa Sede contra el prelado al que acusa de "interferencia matrimonial" y de mantener una "relación impropia" con la madre de sus tres hijos con quien llegó a intercambiarse anillos.

El obispo "abdujo a mi mujer"
Mariano España, perteneciente a una conocida familia de Mallorca,  justificaba la denuncia asegurando que el Obispo de Mallorca, Javier Salinas,"abdujo" a su exesposa. "Yo ya le había advertido de lo que estaba pasando pero él no me hizo caso, por eso le denuncié. Hice lo que debía" ha declarado España a Última Hora.

"La primera vez que se lo dije fue en persona, el 2 de septiembre pasado. La segunda fue por teléfono, el 7 de septiembre. Se lo volví a advertir. Le dije que tenía problemas de afectividad, pero tampoco me hizo caso, por eso decidí denunciare" añadía.

La carta de tres folios que remitió al Papa, al Nuncio y al cardenal Mamberti (prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica), con copia para el secretario particular del propio obispo, Antoni Burguera, el 12 de noviembre, era «muy descarnada, en el sentido de que soy yo mismo quien explica la proximidad que mi familia tenía con el obispo, y lo que yo he vivido. Le teníamos en un gran aprecio y amistad. Yo he querido mucho a Sonia en nuestros 25 años de matrimonio, pero fue abducida por él" aseguraba Mariano España a Última hora.

Lo niegan
Tanto Sonia Valenzuela como el Obispo de Mallorca han negado los hechos. "Todo es falso" ha dicho Valenzuela que ha reconocido estar en proceso de separación de su marido según el diario Última Hora. También el pasado viernes el obispo de Mallorca, Javier Salinas, negaba públicamente tener una relación sentimental con una de sus secretarias, como ha denunciado a la Nunciatura el marido de la colaboradora del prelado, y ha subrayado que no tiene conciencia de haber hecho "nada malo".

"No", respondía tajante Salinas cuando le preguntaba si estaba enamorado. Con estas declaraciones Salias rompía el silencio que mantenía desde que el pasado martes el Diario de Mallorca publicara que el Vaticano investigaba una acusación de "relación impropia". El obispo ha asegurado que las informaciones divulgadas desde entonces son "interpretaciones" de la denuncia remitida a las altas instancias eclesiásticas por un hombre que le culpa de la ruptura de su matrimonio y le atribuye un vínculo amoroso inexistente.

Salinas ha admitido que en el transcurso de una visita al Vaticano para abordar asuntos patrimoniales de la diócesis también trató con responsables de la Santa Sede sobre la denuncia remitida a través de la Nunciatura Apostólica en Madrid.
Ha explicado que, aunque otros prelados le habían recomendado que mantuviera "silencio", la magnitud que ha alcanzado la polémica le ha hecho sentir "la obligación de hablar" en público, además de defender su postura en los órganos de gobierno de la diócesis.

"No siento que haya hecho nada malo", insistía el prelado, que sí reconoció que, como publicó Diario de Mallorca, que se intercambió alianzas con su secretaria, pero no por un vínculo amoroso, sino como miembros de un grupo de oración formado por ambos. El propósito de Salinas al reunir al Colegio de Consultores y el Consejo Presbiteral era tratar de transmitir tranquilidad frente a la acusación que pone en cuestión el comportamiento del máximo responsable de la iglesia mallorquina.

Intercambio de anillos
Salinas aseguraba que estos anillos no llevaban sus nombres, como se ha publicado, sino que contenían la inscripción "caminante". Salinas hacia estas declaraciones a los periodistas que le aguardaban en el Seminario Nuevo de Palma, donde el viernes por la mañana se reunía el Colegio de Consultores y el Consejo Presbiteral, dos órganos eclesiásticos de los que forman parte los principales responsables de la diócesis. El obispo considera que no ha incumplido ninguna de sus obligaciones ni votos y, por tanto, no tiene por qué plantearse renunciar a su prelatura, aunque aceptará cualquier decisión de sus superiores. Fuentes del Obispado han ratificado que la reciente visita del prelado al Vaticano no fue una llamada a capítulo, aunque han confirmado que en la Santa Sede pidieron a Salinas explicaciones por la denuncia

Tanto en el Vaticano como en la Nunciatura, las altas instancias católicas han confirmado al obispo de Mallorca en su responsabilidad y han asumido la veracidad de sus argumentos, aunque el protocolo de análisis del caso abierto a raíz de la denuncia aún no está concluido.