Fernando Báez Santana, más conocido como el padre Báez, ha generado una gran indignación por defender el asesinato de las pequeñas Anna y Olivia a manos de su padre, Tomás Gimeno. Así, aseguró que se debió a la “infidelidad” de la madre, Beatriz Zimmermann. Ha sido toda la polémica generada lo que le ha llevado a abandonar todas sus parroquias a petición del Obispado.

El obispo de Canarias, José Mazuelos Pérez, ha tomado como medida cautelar apartar al sacerdote de sus funciones en la Iglesia Nuestra Señora de las Nieves, en Gran Canaria. Como segunda medida cautelar que se ha tomado desde la Diócesis es la prohibición de participar públicamente en la Santísima Eucaristía y, la tercera, la de no hacer, en su condición de sacerdote, manifestaciones y declaraciones en medios de comunicación o a través de las redes sociales.

Tras ser notificado formalmente de ello y haber firmado la correspondiente acta por la que se daba por notificado, Báez ha presentado su renuncia como párroco a través de un escrito dirigido al Obispo, la cual ha sido aceptada.

No obstante, el Obispado ha recordado que queda abierto un proceso judicial canónico al Fernando Báez y, mientras se espera el nombramiento de un nuevo párroco o administrador parroquial, actuará el Vicario Episcopal de la zona sur de Gran Canaria, Antonio Juan López.

El obispo Mazuelos criticó de forma contundente las “muy desafortunadas” declaraciones del párroco sobre el asesinato de Anna y Olivia y mostró su postura a favor de tomar las medidas que fueran necesarias. “Es la gota que ha colmado el vaso”, manifestó.

Además, la Fiscalía abrió diligencias por si las palabras del cura fueran constitutivas de delito. Lo mismo anunciaron el Cabildo y el Gobierno de Canarias, que manifestaron que tomarían las medidas que fueran necesarias para que estas palabras no quedasen “impunes”.