Mensajeros por la Paz, ONG fundada y presidida por el padre Ángel, ha puesto en funcionamiento una nueva residencia de mayores en Suances en la que se acogerán, en exclusiva, personas con coronavirus con sintomatología leve y que no requieran hospitalización. Se trata de un centro de 98 plazas, con instalaciones modernas y adaptadas y con médico las 24 horas.

En declaraciones a ElPlural.com, el padre Ángel ha mostrado su motivación ante la creación de este centro y asegura que "estamos viviendo un momento en el que tenemos que pensar en tener centros o residencias para este tipo de enfermos, porque el coronavirus es una enfermedad, no un estado de estar", por eso "hay que hacer clínicas pequeñas en las que sea el trato más personalizado. Creo que es una revolución entera la que tenemos que hacer".

El párroco de la madrileña Iglesia de San Antón sigue insistiendo en la importancia de la creación de centros especializados y, en este sentido, recuerda su niñez: "Cuando yo era niño, en aquellos años habían hecho hospitales para la tuberculosis, porque era una enfermedad muy presente. Y esto salvó muchas vidas, por eso hoy se debe hacer con este tipo de enfermedades".

Este es un proyecto que, para el padre Ángel, se debería extender a toda España, razón por la que ha iniciado diálogo con los consejeros de bienestar social de algunas autonomías, entre ellos de la Comunidad de Madrid, región en la que se han situado las residencias más afectadas por el paso de la pandemia. "He hablado con ellos para decirles cómo debemos dialogar y estudiar para que alguna de las residencias actuales se especialice y no se centren solo en la creación de esos grandes hospitales, como el de Ifema, que son necesarios, pero lo otro también", explica el párroco.

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En este contexto, en el que las residencias de ancianos han sido los focos de contagio más importantes a nivel nacional, el padre Ángel se sincera en declaraciones a este periódico y afirma que "estamos en una situación de residencias muy preocupante y penosa, porque se han convertido en cárceles: no se puede salir, entrar, hay que pedir permiso para las visitas… a mí me duele en el alma esto". Es por esta razón por la que insta a los políticos a que "en lugar de discutir tanto en la Asamblea y en el Congreso y de tirarse los trastos unos a otros, deberían dialogar con los que llevamos residencias y los familiares de los residentes porque somos los que de verdad sabemos" y zanja: "Se han enviado decenas de protocolos durante la pandemia, tanto que al final la burocracia se ha convertido en el enemigo, ahora hacemos más papeles que damos pastillas en las residencias".