El Obispado de Astorga (León) ha informado a una víctima de abusos sexuales del resultado de la investigación tras su denuncia a través de un mensaje de texto de Whatsapp. El sacerdote Ángel Sánchez Cao abusó de niños como Emiliano Álvarez a inicios de los años 80 en el Seminario de La Bañeza (León).

El sacerdote ha sido condenado a no ejercer cargos que impliquen el contacto esporádico o habitual con menores de 18 años hasta el cumplimiento de los 80 años y se le ha revocado, por el mismo tiempo, la facultad de confesar. Emiliano Álvarez, una de las víctimas, ha denunciado que el Obispado le dio a conocer el fallo a través de Whatsapp.

“Buenos días: le he llamado para comunicarle el resultado de la investigación de la denuncia por Ud. presentada, con el fin de comunicarle el resultado personalmente. El Rvdo. Sánchez Cao ha sido condenado a la prohibición de tener contacto de ningún tipo con menores hasta los 80 años y a no poder escuchar confesión salvo en los casos previstos en el c. 976. La diócesis reitera la petición de perdón y reitera el compromiso para seguir trabajando por una Iglesia más segura”, afirmó el Obispado en su mensaje.

"Como si te dejara tu novia por teléfono"

Emiliano Álvarez ha explicado a diversos medios que el mensaje le parece “una vergüenza” y “una broma de mal gusto”. Tras recibirlo, llamó al Obispado, que tiene una oficina antiabusos, y se encontró con que le leían el texto palabra por palabra. “Ni un perdón, ni una reunión. Les pedí la sentencia y no nos dan nada. Es como si te deja tu novia por teléfono".

La Diócesis de Astorga informó en un comunicado, según el Huffington Post, que se han investigado todas las denuncias recibidas contra este cura cuyos resultados, una vez concluido el proceso, fueron enviadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Tras el estudio del caso por este órgano eclesiástico, se levantó la prescripción de los delitos y se inició un proceso administrativo penal cuya instrucción se delegó al Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica. El proceso ha concluido considerándose los hechos imputados ciertos con la imposición de las citadas medidas.

La Diócesis ha dicho que “lamenta profundamente estos hechos” y ha reiterado su petición de perdón por el grave daño causado a las víctimas en su desarrollo humano y cristiano y su compromiso de apoyo a las víctimas dentro del marco normativo establecido. Además, asegura que seguirá trabajando activamente para que los espacios eclesiales sean lugares seguros.

Se despertaba en la noche mientras el cura le quitaba el pijama

Sánchez Cao había sido denunciado por supuestos delitos de abusos a menores cometidos en el año 1980 en el Seminario de La Bañeza. Emiliano Álvare tenía solo 10 años cuando el cura le sometió a abusos sexuales en el Seminario Menor de La Bañeza, que le llevaron a las drogas y la prostitución, debido al trauma que sufrió entonces. Según ha relatado, entre 1976 y 1978, el acusado y otros curas bajaban a las habitaciones de los niños y los sometían a abusos. Se despertaba en la noche mientras un hombre con gafas doradas le quitaba el pijama y le apuntaba con una linterna. Una experiencia “terrorífica” de abusos que se repitió durante dos años.

El seminario de La Bañeza también fue escenario en los años 80, una década después, de los abusos de otro sacerdote ya condenado en 2018, José Manuel Ramos, que abusó sexualmente de, al menos, cuatro niños. También fue acusado de pederastia en los años 70 en el colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria, Zamora. La condena fue llevada en secreto por el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, que permitió que ese mismo mes el cura fuese homenajeado en Tábara, Zamora, la localidad donde era párroco.