Ómicron está sembrando un ambiente de caos y preocupación en todo el mundo cuando, después de varias olas del virus consecutivas, comenzaba a verse la luz del túnel. Sin embargo, la variante sudafricana no tiene las mismas características que sus antecesoras ya que, a pesar de aumentar exponencialmente los contagios, no provoca sintomatología grave en los infectados, descartando en un 80% el ingreso hospitalario, según releva un estudio del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles sudafricano.

Además, soportándose en una investigación con infectados de Ómicron y otros pacientes positivos con la variante Delta, los expertos sudafricanos determinaron que las personas que la gravedad de las personas que son hospitalizadas por Ómicron no difere del resto de variantes aún activas

Estos datos, publicado en la plataforma MedRxiv, están respaldados por dos causas principales en las que se apoyan los autores del estudio: en primer lugar, el nivel de inmunidad de la población gracias a la vacuna; y, por otro lado, la gravedad menor de la propia mutación del virus.

 La misma investigación también revela que los infectados por Ómicron podrían tener una mayor carga viral que otras variantes, de ahí la rápida y fuerte transmisión del virus en las últimas semanas a nivel mundial.

Ómicron presenta una sintomatología diferente

A diferencia de la sintomatología que mostraba la Covid-19 hasta el momento, la variante sudafricana ha puesto sobre la mesa otros signos que podrían ser motivo de infección y que se pueden confundir con un simple resfriado.

Según recoge El País, aludiendo a datos preliminares de un estudio, la pérdida de olfato de los nuevos contagios por Ómicron ya no es una afectación frecuente, a diferencia de la mayoría de casos diagnosticados en las olas previas del virus.

El ejemplo más ilustrativo sucedió en un restaurante en Oslo a finales de noviembre, donde los más de 100 asistentes estaban completamente vacunados y con un test de antígenos negativo. Uno de ellos acababa de llegar de Sudáfrica y terminó contagiando a más del 70% de los presentes, y tan solo el 12% de ellos presentaba pérdida de olfato.