La vacunación, que avanza a velocidad de crucero en nuestro país, promete ofrecernos un verano mucho más alentador que el del pasado año.

A partir del próximo 1 de julio, en los 27 estados miembro de la Unión Europea se podrá viajar sin restricciones si estamos vacunados pero, ¿qué ocurre si no lo estamos?

En ese caso, en países como Alemania, Francia o Portugal, al igual que en Baleares y Canarias, deberemos acreditar que, o bien hemos superado la infección hace menos de seis meses, o bien estamos libres del virus según corrobora una prueba diagnóstica de infección activa.

Para certificar estas circunstancias existen diferentes pruebas diagnósticas que repasamos a continuación, con el fin de saber cuáles son sus principales diferencias y cuál sería la más adecuada en cada caso para descartar un posible positivo:

PCR

Las pruebas PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) sirven para certificar que estamos libres de la infección y deben llevarse a cabo en un plazo no superior a las 72 horas antes del viaje.

Se basan en la detección molecular del virus, a través de su presencia en las vías respiratorias, por lo que la muestra se toma de la zona nasofaríngea.

Pueden realizarse a cualquier hora del día y  el resultado está disponible a las 24 horas.

“Dado que es un sistema muy sensible, es la técnica de referencia para el diagnóstico del virus SARS-CoV-2 en las primeras fases de la enfermedad”, explica Juan Pedro Portell, Director del Área de Salud Laboral de Quirónprevención.

Una enfermera realizando una prueba PCR. Fuente: Europa Press.

A través de este tipo de test se pueden detectar cantidades muy bajas del virus. No obstante, por sí misma, no diferencia la fase de la enfermedad en la que pueda encontrarse el paciente: inicio, aguda o recuperación.

Si la prueba es positiva, “significa que se ha detectado ARN viral, es decir que hay una infección activa”, aclara este especialista, que subraya que “hasta que la prueba no es negativa, se considera que la persona afectada es potencialmente contagiosa, por lo que debe permanecer aislada”.

Por norma general, los pacientes tardan pocas semanas en dar negativo, aunque hay casos, sobre todo, los graves, en los que se tarda más tiempo.

“Puede pasar que no haya virus completo, sino fragmentos”, advierte Portell, pero, “a efectos de prevención, se debe seguir considerando a la persona, contagiosa”.

Del mismo modo, la PCR no determina la carga viral, la cual solo se puede cuantificar en centros de investigación.

PCR en saliva

Otra prueba que puede certificar la ausencia de infección es la PCR en saliva. Consiste en la amplificación de ARN del SARS-CoV-2 y tiene también una elevada sensibilidad.

Su principal ventaja es la comodidad a la hora de la toma de la muestra, ya que se puede hacer en el propio domicilio y, a diferencia de la PCR ordinaria, no es invasiva, ya que no es necesario introducir el hisopo en la fosa nasal.

“Basta con depositar la saliva en un frasco esterilizado o masticar un salivette”, detalla el Director del Área de Salud Laboral de Quirónprevención. En la primera se deposita el fluido directamente en el tubo, tratando de generar la mayor cantidad posible de saliva en boca para no producir espuma, y en la segunda se introduce en la boca un dispositivo que se impregna de la saliva.

El test de PCR en saliva tiene una alta fiabilidad y es menos molesto que el que precisa muestra nasofaríngea.

El kit que se envía contienen todo lo necesario y el proceso no lleva más de 2 ó 3 minutos.

Se aconseja realizar este tipo de test por la mañana, media hora antes enjuagarse la boca con agua y a partir de ese momento evitar comer, fumar o mascar chicle. 

También es importante mantener en todo el proceso una correcta higiene de manos y no utilizar maquillaje, crema labial o pintalabios que puedan interferir con la prueba.

Otra de sus ventajas es que no requiere prescripción médica, se puede adquirir a través de internet y en 24-48 horas estará en nuestra casa.  Una vez la hayamos enviado al laboratorio, tendremos el resultado en un día.

Test de Antígenos

La principal ventaja del Test de Antígenos es que nos permite si estamos contagiados en tan solo 15 minutos.

En este caso, lo que se identifica es la presencia de proteínas del virus y se hace, como en la PCR, por medio de una muestra nasofaríngea.

Un sanitario realiza un test de antígenos a un trabajador en la estación de tren de Atocha. Marta Fernández   Europa Press

Serología post exposición

Otra forma de diagnóstico se basa en buscar y cuantificar en una muestra de sangre anticuerpos frente al virus.

En los test serológicos se practica una analítica, aunque no es necesario acudir en ayunas, en la que se analizan las inmunoglobulinas que nuestro organismo genera cuando está en contacto con el patógeno. En general, se detectan anticuerpos entre 12 y 15 días después de haber resultado infectados.

Estas pruebas, por tanto, no determinan la presencia del virus, sino la respuesta inmunológica de nuestro cuerpo cuando hemos estado expuestos a él, por lo que no son válidas a la hora de certificar que estamos libres de la infección, pero sí pueden contribuir a aportarnos tranquilidad a la hora de viajar.

Test serológico en Torrejón - EP

La sensibilidad de estos test es, aproximadamente, de un 90%, ya que la mayor parte de las personas que han tenido el virus desarrolla una respuesta de anticuerpos. Aunque se ha evidenciado que un bajo porcentaje de la población afecta no los genera tras la exposición.  En opinión de este especialista "es posible haber superado la COVID-19 sin desarrollar anticuerpos, dado que un pequeño porcentaje de pacientes (en torno al 2-5%) no desarrolla inmunidad humoral”. 

El resultado está disponible en un plazo de 24 a 48 horas.

Serología post vacunación

Las vacunas contra el Covid-19, al igual que ocurre en las personas que han padecido la enfermedad, permiten obtener inmunidad humoral.

Las más habituales presentan un mecanismo de acción que inhibe la unión del virus a las células. La evidencia científica disponible permite afirmar que aproximadamente a las tres semanas de la última dosis de la vacuna dispensada, se puede detectar, mediante la realización de esta prueba cuantitativa de anticuerpos, la efectividad de la misma analizando si se han generado dichos anticuerpos frente al virus. "No obstante, el porcentaje de personas que tras la vacunación desarrollan anticuerpos contra el COVID-19 depende de las características de cada vacuna y de la idiosincrasia de cada individuo", matiza Juan Pedro Portell.

Al igual que se ha comentado en el caso de la inmunidad posenfermedad, es posible encontrar un porcentaje bajo de pacientes que no desarrollan anticuerpos tras haber sido vacunados. 

Test serológico

En este caso, la toma de la muestra también requiere una extracción sanguínea convencional, pero no ayuno.

Test Rápido

Por último, existe otra forma de saber de forma rápida y sencilla si tenemos anticuerpos específicos contra el coronavirus.

Los test rápidos lo determinan a través de una gota de sangre que se obtiene mediante una pequeña punción en la yema del dedo, similar a la que se hace para medir el nivel de azúcar en sangre.

“Permite retener los anticuerpos del paciente por unión a las proteínas del virus depositadas en el soporte, produciendo una coloración visible que suele ser producida por oro coloidal”, aclara Portell.

Test rápido Covid 19

La diferencia con respecto a las pruebas serológicas es que no cuantifican los anticuerpos, sino solo si están presentes o no, y únicamente algunos permiten distinguir si se trata de  IgM o IgG.

Aunque son pruebas que arrojan el resultado en pocos minutos, su sensibilidad y especificidad es muy inferior.