Existe una barrera invisible que dificulta el acceso de las mujeres a los puestos más relevantes de las organizaciones. Es el llamado techo de cristal, una metáfora que hace referencia a las limitaciones que encuentran las mujeres en su ascenso laboral y los obstáculos a los que se enfrentan cuando se trata de promoción, independientemente del desempeño profesional. Los escollos no acaban ahí. Crecen cuando se alcanza la alta dirección: desigualdad salarial, falta de reconocimiento, diferencia en el trato, trabas a la conciliación… Según el estudio Women in Work Index: closing the gender pay gap, elaborado por la CEOE y PwC, no sólo el porcentaje de mujeres decrece en los puestos más altos de las organizaciones, sino que cuanto mayor es el nivel de los salarios, más aumenta la brecha.

El mundo empresarial es cada vez más consciente no solo de la importancia de acabar con esta lacra, sino de las ventajas que aportan las competencias y el liderazgo femenino en las estructuras. Un ejemplo es Banco Santander, que en los últimos años ha movido ficha para poner fin a la brecha de género. La llegada de Ana Botín a la presidencia del grupo financiero, en septiembre de 2014, rompió algunos moldes. No sólo por el hecho de ser la primera mujer al frente del mayor banco español y uno de los más grandes del mundo, sino porque asumió el compromiso de luchar por la igualdad de género.

Si en 2018, las mujeres ocupaban el 20,5% de los cargos directivos, con una representación del 33% en el consejo de administración, ahora ya repreentan el 27,9% de los puestos de decisión (el compromiso es alcanzar al menos un 30% en 2025) y el 40% del consejo, muy por encima de la media de las compañías del Ibex 35, que aún no alcanza el 35%. También la brecha salarial se ha reducido desde el 3% hasta el 1%, aunque el propósito del grupo, dentro de sus objetivos de banca responsable, es reducirla a cero.

“Un consejo diverso es vital para garantizar su efectividad. La combinación de experiencias y habilidades en el consejo proporciona un entorno donde afloran diferentes perspectivas y se mejora la calidad de la toma de decisiones. Buscamos por ello un sólido equilibrio de habilidades técnicas, experiencias y puntos de vista”, señalan desde el Santander. Esta diversidad incluye tanto procedencia como formación internacional y presencia equilibrada de hombres y mujeres. “Somos conscientes de la importancia de fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y de la conveniencia de incorporar al consejo mujeres que reúnan los requisitos de capacidad, idoneidad y dedicación efectiva al cargo de consejero” añaden.

Medidas para impulsar el liderazgo femenino

Santander ha puesto en marcha numerosas iniciativas dirigidas a que las mujeres tengan voz propia, mejoren y potencien sus habilidades y ocupen cada vez más puestos en las altas esferas. Internamente, la entidad ha puesto el foco en el talento femenino de donde saldrán las futuras promociones; ha establecido un proceso de selección para garantizar la diversidad en el pool de candidatos para la selección de los denominados directivos Faro (el año pasado el 51,8% de los profesionales que accedieron a esta categoría fueron mujeres); y desarrolla programas de mentoring específicos para el impulso del talento femenino. Por ejemplo, Santander Women Network ya está presente en diez países y cuenta con alrededor de 5.500 miembros a nivel global.

También lanzó el año pasado Women In Tech para acercar a las mujeres el mundo STEM (acrónimo inglés que engloba la tecnología, las ciencias, la ingeniería y las matemáticas), donde todavía existen barreras e ideas preconcebidas que las frenan. Este programa pone el acento en las mujeres dentro del plan de contrataciones del banco para incorporar profesionales en España con perfil tecnológico. 

Más allá del propio banco, cuenta con iniciativas para respaldar la igualdad en las empresas, entre las que se incluyen fondos para apoyar a las pymes dirigidas por mujeres y programas de formación, mentoring y networking. Entre ellas, en España, el programa Mujeres con S que, junto a la Fundación Woman Forward, busca reforzar el liderazgo de las mujeres e incrementar su participación en las esferas de decisión. Un objetivo similar tiene Acelerating You, en Reino Unido, o Banca Woman en Argentina.

Además, ofrece programas de becas enfocadas a la innovación y el emprendimiento; prácticas de formación para poner en circulación el talento femenino; o premios a proyectos de alto impacto desarrollados por mujeres.  En voluntariado, empleadas de Banco Santander trabajan con la Fundación Integra en De Mujer a Mujer para ayudar a las víctimas de la violencia de género a incorporarse al mercado laboral.

El grupo español es el banco con la puntuación más alta del mundo en el Índice de Igualdad de Género Bloomberg 2022, que reconoce la excelencia y el compromiso en materia de igualdad. Este estudio evalúa a las empresas en función de varios parámetros, como la igualdad salarial, la paridad de género, la integración, o el talento y liderazgo femeninos. En la ultima edición, forman parte de este índice 418 empresas de 11 sectores de actividad distintos y con sede en 45 países diferentes. En el ranking global, Banco Santander ha obtenido la segunda mayor puntuación.