Un estudio publicado en la revista Cell ha presentado el caso de la primera mujer con VIH curada gracias a un trasplante de células madre. Se trata de la ‘paciente de Nueva York’, una mujer con leucemia y VIH que está libre del virus desde 2017.

En el caso de la ciudadana norteamericana, los autores del estudio científico han concluido, tras verificar que no hay rastro ni del virus ni de medicación antirretrovial en los últimos 30 meses, han concluido que podría tratarse de una “posible cura” del VIH. “Actualmente, está clínicamente sana. Está libre de cáncer y de VIH. Y lo llamamos una posible cura más que una cura definitiva, básicamente esperando un periodo de seguimiento más largo”, ha explicado Yvonne Bryson, especialista de la división de Infecciosas del Departamento de Pediatría de la Universidad de California y autora del estudio científico.  

La clave de que se haya producido este ‘milagro’ se debe a las células trasplantadas, las cuales tienen una mutación conocida, en términos científicos, como CCR5 delta 32, la cual actúa como una barrera para que el virus no afecte a los linfocitos T CD4, es decir, funcionan como un escudo.

No obstante, cabe recordar que el trasplante de células madre es una metodología con muchos riesgos, dado que los índices de mortalidad alcanzan hasta el 40%, por lo que es necesario tener en mente en todo momento que no es una técnica que se puede aplicar a todos las personas con VIH debido a que hay antirretrovirales que controlan la infección.

La importancia de este avance

El caso de ‘la paciente de Nueva York’, no solo por el hecho de que sea la primera mujer que logra librarse de la presencia del virus en su organismo, presenta otras particularidades que la distingue del resto de ejemplos predecesores.

La mujer es una persona de mediana edad, que se autodefine de raza mestiza y que ha sufrido un cáncer de sangre mieloide aguda durante cuatro años justo después de ser diagnosticada con VIH, detallan los autores de la investigación sin desvelar su identidad.

A diferencia de las células CCR5 delta 32, en la técnica empleada con la mujer neoyorkina se han utilizado células madre del cordón umbilical. Asimismo, por su ascendencia racial, resultó más difícil encontrar un donante compatible y con la mutación que hace a las células resistentes al virus.

La diferencia entre VIH y SIDA

El VIH (Virus de la inmunodeficiencia humana) es una afección ya cronoficada gracias a la ciencia con la que se puede realizar una vida normal y no transmitir la enfermedad, ya que las personas que siguen el tratamiento son indetectables y, por tanto, no transmiten la enfermedad.

En cambio, el SIDA es la etapa más avanzada de la infección con el VIH. Con el paso del tiempo el virus ataca y destruye poco a poco el sistema inmunológico de la persona que vive con VIH. Así, al no tener las defensas como una persona sana, ésta es más propensa a contraer infecciones que no afectan duramente a los sanos pero a ellos sí.

Tal como ha informado la ciencia, existen cuatro fluidos por los que se puede transmitir el VIH. Estos son la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna de las personas infectadas. Es por ello que el VIH se puede transmitir por tres vías: la sexual, la sanguínea y de madre a hijo/a.

Pero este no es el único requisito, ya que para que la infección se produzca es necesario que el virus penetre en el organismo y entre en contacto directo con sangre y mucosa, como el interior de la boca, vagina, pene y recto.

Cómo prevenir el VIH

El Ministerio de Sanidad ha elaborado una serie de recomendaciones para evitar la infección por VIH. De esta forma, las autoridades sanitarias recomiendan principalmente mantener relaciones sexuales solamente con una pareja, y que esta pareja no mantenga relaciones sexuales con otras personas. Siempre utilizando el preservativo, masculino o femenino.

También recomiendan utilizar siempre material estéril y evitar el uso compartido de jeringuillas, agujas y otros útiles de inyección, si la persona consume drogas inyectadas. Y para casos de perforación de piel, como pendientes, piercing o agujas de acupuntura, es imprescindible el uso de instrumentos de un solo uso o estériles, y nunca compartir cuchillas de afeitar o cepillos de dientes.

En el caso de una embarazada seropositiva, el Ministerio de Sanidad explica que hay tratamientos que reducen eficazmente el riesgo de transmisión del virus a su futuro hijo o hija durante el embarazo y parto, ya que una madre infectada no debe dar el pecho al bebé.