El Movimiento Feminista celebrará el Día de la Mujer con una manifestación separada de la oficial que encabezarán la titular de Igualdad, Irene Montero, otros miembros del Gobierno y cargos políticos y sindicales. Más de medio centenar de asociaciones en toda España conforman el movimiento que se opone principalmente a la Ley Trans y a la regulación de la prostitución, y que marchará el 8 de marzo, a las 19:00 horas, por la madrileña Gran Vía, desde su intersección con la calle de Alcalá, y hasta la Plaza de España. 

Bajo el lema 'El feminismo es abolicionista', este movimiento crítico con la ministra Montero quiere "poner el énfasis en la defensa de la auténtica agenda feminista", porque consideran que ésta "ha sido sustituida por otras agendas que colisionan en muchos aspectos con los objetivos centrales" de los derechos de las mujeres, como es el debate sobre qué hacer con la prostitución o la Ley Trans, a las que se oponen enérgicamente estas feministas clásicas.

Las 10 exigencias del movimiento

En un documento de 10 puntos, el Movimiento Feminista enumera sus exigencias, que comienzan con la abolición de la prostitución y la pornografía, al considerarlas "formas de violencia contra las mujeres y las niñas, por ser incompatibles con el principio de igualdad entre los sexos". Además, piden la "derogación de la instrucción del Registro y el Notariado que facilita la explotación reproductiva de las mujeres y la compraventa de bebés que supone, para avanzar hacia la prohibición efectiva de la práctica del alquiler de vientres".  

El movimiento reclama a la ministra Montero la "retirada de los proyectos de ley sobre la autoidentificación registral del sexo de las personas y el borrado jurídico de las mujeres". A partir de aquí, sus reivindicaciones coinciden con el feminismo en su concepto más amplio, al defender el fin de la brecha salarial y los abusos contra las mujeres en el ámbito laboral, como ocurre en el empleo doméstico; la lucha contra la violencia sexual contra mujeres y niñas; la violencia de género, así como el derecho al aborto.

Denuncian agresiones de otras feministas

Ana de Blas, del Espacio Feminista Radical, ha señalado que "alrededor de los actos centrales del 8M en los últimos años, las reivindicaciones han sido sustituidas por otros intereses y una parte de la agenda feminista ha sido bloqueada y se ha intentado silenciar la voz del abolicionismo

a portavoz de Espacio Feminista Radical, ha narrado como las feministas han sido "expulsadas" de asambleas y del espacio público el propio 8M. En concreto, ha denunciado como el cordón policial ha tenido que protegerlas después de que su pancarta "contra la violencia machista" fuera "rajada" y "pisoteada" y algunas mujeres recibieran "golpes", "puñetazos" y "empujones" para sacarlas de la calzada.

Según ha señalado De Blas, el "fin último" de toda esta "agresividad" es silenciar la agenda feminista, desde las organizaciones, temen que este mensaje pueda "confundir" a la opinión pública, a las jóvenes militantes o a las mujeres que participan en el 8M pero sin pertenecer al movimiento asociativo. En este sentido, ha señalado que "la diferencia" entre las convocatorias de Madrid es "su contenido político", es decir, la "agenda feminista".

Alicia Miralles, portavoz de la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, ha afirmado que el movimiento feminista en España "siempre ha sido abolicionista", tal y como recoge el lema elegido por estas asociaciones para su convocatoria, y que, por ellos, no van a permitir "la usurpación con etiqueta feminista" para trasladar "una agenda contraria" a lo que, según ha indicado, defiende el movimiento. En este sentido, ha explicado que "los tres pilares" de estas reivindicaciones es la prohibición de la prostitución, la de "la práctica del alquiler de vientres", y la eliminación de la identidad y autodeterminación de género.