El Rayo Vallecano luchó para conseguir el empate en el enfrentamiento con el Real Madrid este domingo y una de las personas que estaba en el palco del estadio vallecano fue Rocío Monasterio, diputada y portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, quien protagonizó una gran polémica después de que su presencia no gustase a los aficionados locales y ésta no ha tenido reparo en reaccionar de una forma poco educada.

La diputada de Vox acudió al estadio de Vallecas para seguir el encuentro entre los dos equipos madrileños desde uno de los palcos, pero su presencia no gustó a los Bukaneros, los ultras del Rayo Vallecano. Éstos, en cuanta la vieron en el palco, empezaron a insultarle y corear cánticos como “Monasterio hija de puta, Bukaneros te saluda”.

Pero la reacción de la política no se hizo esperar. Desde su asiento en el palco, Monasterio respondió a estos insultos con gesto, lo que probablemente intensificó aún más los enfados en los ultras vallecanos. En concreto, la dirigente de Vox les mandó callar, señalándose la mandíbula para hacer el famoso mewing (uno de los últimos trends de TikTok).

Pero si este gesto hecho ante la cámara no hubiera sido suficiente, Monasterio se dirigió directamente al fondo en el que se sitúan los Bukaneros para espetárselo directamente a la cara. Esto provocó la crispación todavía más en el ambiente.

Esta no es la primera vez que la política ultraderechista protagoniza una polémica en el Estadio de Vallecas. En otro partido en 2022, en el que el Rayo se enfrentaba al Atlético de Madrid, su presencia también generó controversia y enfrentamientos con la afición local. “Como siempre, hay algunos que quieren secuestrar a la afición del Rayo, que es maravillosa, y quieren hacerse con el discurso los más violentos y los que más insultan”, dijo en aquella ocasión en declaraciones a Onda Cero.

Monasterio, con expediente sancionador en la Asamblea

Las polémicas de Rocío Monasterio no se quedan solo en el Estadio del Rayo Vallecano, ya que recientemente ha generado otra en la Asamblea de Madrid. Concretamente, el Parlamento madrileño acordó el pasado viernes abrir un expediente sancionador a Rocío Monasterio por el caso de su voto fraudulento en la Cámara hace semanas, cuando presuntamente suplantó la identidad de un parlamentario ausente de su mismo partido. Aunque puede presentar sus alegaciones, Monasterio podría perder sus derechos como diputada por un tiempo de 15 a 30 días.

La Mesa de la Asamblea incoo el procedimiento por una presunta irregularidad cometida en el pleno del pasado 1 de febrero, durante la votación de una enmienda a la totalidad de Más Madrid a la Ley sobre Economía Circular. La formación de extrema derecha emitió 11 votos, pero solo contaba con 10 representantes porque aún no había sustituido al diputado José Luis Ruiz Bartolomé, que había dimitido días antes. Monasterio fue quien activó el botón, aunque ella lleva dos semanas insistiendo en que se trató de un error técnico y solo quería apagar la pantalla del escaño.

Para abrir el expediente sancionador, la Cámara madrileña se basó en el artículo 33.3, que establece que es una infracción “atentar contra la dignidad de la Asamblea de Madrid o contra la disciplina, el orden o la cortesía parlamentaria, provocando en este último supuesto, desorden con su conducta, de obra o de palabra, en los términos previstos en el artículo 138 de este Reglamento”. También en el 34.1b, que prevé “la suspensión de alguno de los derechos de los diputados reconocidos en los artículos 15 a 21 de este Reglamento por un tiempo de 15 a 30 días”.

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