El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha recordado en declaraciones a ElPlural.com cómo vivió la edición de los Juegos Olímpicos que se celebró en Barcelona en 1992. Este lunes se cumplen 30 años de la ceremonia de apertura de estos Juegos Olímpicos y este periódico se ha puesto en contacto con el líder de la cartera de Cultura para recordar qué sintió en aquella ocasión.

“En aquella época trabajaba en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno, me había incorporado de la mano de Narcís Serra, con lo cual seguí los Juegos Olímpicos desde muy cerca porque él estuvo muy vinculado a ellos desde el principio. Teníamos una presidencia en la Delegación del Gobierno en Cataluña y lo seguí muy de cerca”, ha comenzado relatando el ministro.

“Yo resaltaría la cooperación institucional que hizo que las cosas salieran tan bien y, más en general, creo que hay un antes y después en Barcelona con los Juegos. Fue una oportunidad muy bien aprovechada para conseguir un salto cualitativo en la ciudad”, ha reconocido.

Además, el ministro ha recordado: “Por aquel entonces se creó el Programa ADO que hizo que la inversión en deporte y en apoyo a los deportistas fuera alta. No hemos conseguido volver a obtener tantas medallas. Demuestra que si no hay un apoyo específico y potente a los deportistas es muy difícil ser competitivo con los países que sí hacen esfuerzos en esa dirección”. “Nosotros, desde el Consejo Superior de Deportes, estamos haciendo esfuerzos en esa dirección, como por ejemplo con becas y formación para que en 2024 en París se consigan las más medallas posibles”, ha añadido.

Como curiosidad y recuerdos de aquella ceremonia, el ministro ha recordado lo que más le sorprendió: “Yo vi la ceremonia y recuerdo un momento muy fuerte: lo que más me emocionó fue ver al entonces príncipe como abanderado y la ilusión que suscitó. También me impresionó el guion, la fuerza de un espectáculo en el que se proyectó la imagen mediterránea de una Barcelona, Cataluña y España de una manera muy potente. Nos ayudó a ponernos en el circuito de los países más modernos del mundo y que hubiera una reacción de admiración, interés y curiosidad de España y, en especial, de Barcelona, que hemos aprovechado en todos los terrenos”.