El Cádiz ha regresado este pasado domingo a la máxima división de LaLiga. Después de 14 años en Segunda, el equipo entrenado por Álvaro Cervera ascendía de categoría gracias a la mala fortuna del Real Zaragoza en su partido contra el Oviedo.

Un acontecimiento histórico que desbordó la euforia de los aficionados en un momento de pandemia en el que los brotes aparecen como setas por toda España.

Las autoridades habían hecho llamamientos a la responsabilidad y la prudencia ante las celebraciones de un ascenso que se veía venir. Sin embargo, el domingo por la noche los aficionados se concentraron en torno a su neurálgica fuente de las Puertas de Tierra.

La fuente estaba vallada y el lugar contaba con un despliegue policial de vigilancia, que decidieron no intervenir pese a la alta concentración de aficionados y la falta de mascarilla de algunos de ellos.

Una aglomeración que ya se produjo un día antes, cuando el equipo jugó contra el Fuenlabrada, y que ha desatado las críticas al considerarse altamente irresponsable dada la situación epidemiológica que vive nuestro país.