Tal día como hoy, un 18 de julio, pero de 1936, Franco y sus aliados se sublevaron en lo que dieron en llamar, falsa y eufemísticamente, como “Alzamiento Nacional”, un golpe de Estado en toda regla. Para eliminar a los no adeptos, además de para ejemplificar metiendo miedo a la población y a cualquier núcleo resistente, los golpistas se afanaron en reprimir violentamente, asesinando de manera salvaje y llenando los cementerios de fosas comunes de fusilados. Solo el simple hecho de no comulgar con las ideas fascistas, era razón más que suficiente. Fue lo que Paul Preston denominó como “invertir en represión”, tesis y objetivos de uno de los dirigentes e ideólogo de la sublevación, el general Emilio Mola. Y a ello se aplicaron desde los primeros días de la sublevación.

Asesinado el alcalde republicano y sus tres hijos

Unas de las víctimas de esta cruel represión fueron el alcalde republicano de San Fernando y sus tres hijos. Junto a ellos también fueron pasados por las armas los 16 concejales de izquierdas de la corporación de esta localidad gaditana. Tan solo llevaban ejerciendo el cargo seis meses escasos, desde las elecciones municipales celebradas en febrero de 1936. A los pocos días del golpe de estado, los miembros del consistorio fueron detenidos, hechos presos, y después fusilados en menos de tres meses. La crueldad extrema y sanguinaria de los fascistas hizo que no solo corriera tan mala suerte el alcalde, sino que además fueran fusilados también tres de sus hijos.

Hoy, 87 años después de haberse perpetrado tan ruin felonía, se ha hecho público un estudio con las primeras identificaciones en el cementerio de San Fernando de tres de las víctimas, entre ellas la de Cayetano Roldán. Sus restos aparecieron en los trabajos de exhumación de los 147 cuerpos enterrados en el camposanto gaditano de la ciudad. Afortunadamente, fuentes orales permitieron dar con el cuerpo del alcalde republicano, ya que dichas informaciones, aportaron el dato de que Cayetano fue enterrado rodeado de unas losas de mármol. El objetivo, cumplido sin duda, era facilitar su reconocimiento y emplazamiento en el futuro. Y así ha sido.

Rodeado de losas de mármol para identificarlo en el futuro

Este extremo ha sido ratificado por una de sus nietas, Ángeles Fernández Roldán -que además es presidenta de la Asociación de Memoria Democrática de San Fernando (Amede)- ha narrado como desde niña le contaban que dos mujeres acudieron a la fosa donde habían arrojado a su abuelo y le rodearon su cuerpo con unas piedras, unas losas de mármol, para que pudiera ser identificado.

Una persona buena, el “alcalde de los pobres”

También ha contado su nieta como su abuelo era una persona buena y muy querida entre la población. Cayetano era doctor y por su bondad y generosidad era conocido popularmente como  “el médico de los pobres”. “Atendía a todo el mundo aunque no tuviera dinero, ya que, en vez de cobrarles, incluso les daba alguna moneda después de atender a los más necesitados”, ha recordado su nieta.

El médico de los pobres y alcalde republicano

147 cuerpos en la fosa común

Precisamente ha sido el colectivo memorialista que Ángeles Fernández preside, Amede, quien trabaja denodadamente desde 2016, para conseguir la recuperación de 147 víctimas de la represión franquista mediante la excavación arqueológica y exhumación en la fosa común del cementerio municipal desde noviembre de 2016.

Dos víctimas más identificadas

Gracias a esa labor se han identificado, además de al último alcalde republicano, a dos personas más, Alberto García y Emilio Ordaz. Aunque aún no se les han realizado las pruebas de ADN, todo indica que son sus restos por distintos objetos -identificados por los familiares- que se hallaban en su cuerpo. Concretamente a Alberto García, por una medalla colgada en su cuello, y a Emilio Ordaz por unas alianzas.