Hace año y medio la Comunidad de Madrid comenzó a aplicar la Ley de Protección de los Animales de Compañía por la cual se dejó de sacrificar a aquellos gatos y perros abandonados a los que nadie adoptaba o reclamaba en diez días. Ahora, las distintas protectoras de la Comunidad alzan la voz para reclamar una solución “de raíz” al problema de los abandonos ante la saturación en los centros.

Madrid y Cataluña son las únicas regiones que han dado respuesta a una de las más antiguas reivindicaciones de las organizaciones animalistas. Sin embargo, esta ley no ataca el problema principal. La cría indiscriminada de animales por parte de particulares provoca una alta tasa de abandono a la que la ley hace caso omiso. Por ello, las diferentes asociaciones reclaman al gobierno de la Comunidad limitar la cría a profesionales además de esterilizar de forma obligatoria a aquellos animales no destinados a la cría.

“La ley no contempla medidas paralelas para atajar los abandonos y las perreras municipales están saturadas. No es tan difícil, empecemos la casa por los cimientos: vamos a evitar que nazcan los perros que no tienen que nacer”, ha señalado la presidenta de la Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid (Fapam), Matilde Cubillo, en declaraciones a Público.

La Federación ha hecho una valoración de la aplicación de esta norma y ha señalado los principales problemas: debido al insostenible desbordamiento, algunos centros han acotado las acogidas, varios animales permanecen con sus maltratadores ante la falta de plazas, y los centros municipales con gestión privada hacinan a los animales y proporcionan una atención muy deficiente.

Por estas razones, Fapam solicita a la gobierno de Ángel Garrido que prohíba a los particulares el cruce, la venta o el regalo de animales sin ningún control de la administración. Pero el Gobierno regional se ampara en la “libertad particular” para dejar el texto legislativo tal y como está. De hecho, hacen una valoración positiva de la aplicación del sacrificio cero señalando que de 2016 a 2017 el numero de animales acogidos ha bajado de 5.148 a 4.143 mientras las adopciones han aumentado un 10%.

Pese a su excelente valoración, la Consejería de Medio Ambiente duplicará las subvenciones para financiar vacunas, identificaciones, ampliación de plazas, desparasitaciones, nuevo equipamiento o instalaciones. Desde el Centro de Protección Animal gestionado por el Ayuntamiento de Madrid también destacan la falta de personal. Elena Repoll, veterinaria del centro, niega que la solución sea incrementar el número de plazas: “En vez de 200 perros tendríamos 400 y volveríamos a hablar de lo mismo, pero dentro de un año. Hay que ir a las causas del abandono, donde está el problema, porque si no la ley es un brindis al sol”