El futbolista argentino Leo Messi, que actualmente milita en el Inter Miami de la MLS estadounidense, se ha convertido en la imagen de una importante marca de ropa tradicional de lujo de Arabia Saudí, país del que es embajador turístico desde hace unos años.

La marca de ropa Sayyar publicó en sus redes sociales una sesión de fotos del argentino vestido en un atuendo típico saudí, en la que Messi posa con una túnica blanca y con la característica shemagh, el pañuelo con estampado rojo y blanco, que se utiliza para cubrir la cabeza en gran parte de los países del golfo Pérsico.

Con el eslogan “Lujo, elegancia, todo el tiempo”, Messi presentó la nueva línea de esta marca, que en su cuenta de X instó a los potenciales clientes a “usar el shemagh al igual que el GOAT (Greatest Of All Time, el mejor de todos los tiempos, en español)”, tal y como se conoce al ex del FC Barcelona.

 

Los precios para adquirir esta prenda tradicional saudí rondan los 300 riales saudíes (unos 80 dólares al cambio actual), mientras que la marca tiene otros complementos e incluso perfumes exclusivos para hombres, según la página web de Sayyar.

Desde mediados de 2022, Messi es el embajador turístico de Arabia Saudí, país que en los últimos años invirtió miles de millones de dólares para modernizarse y para atraer las principales competiciones deportivas a nivel mundial, asó como a los futbolistas más icónicos como Cristiano Ronaldo o Karim Benzema.

La asociación y el reino árabe generó múltiples críticas por parte de los aficionados del fútbol, pero también de organizaciones de derechos humanos, que denuncian que Arabia Saudí está tratando de lavar su imagen.

2023, año de blanqueamiento deportivo a Arabia

El blanqueamiento deportivo a Arabia Saudí se saldó con cifras récord este pasado año 2023. Se cerró con la decisión de Jon Rahm de integrarse en el circuito LIV, la Superliga saudí de golf, después de haber sido el más beligerante defensor del PGA Tour cuando se presentó el circuito alternativo y muchos golfistas de primer nivel se alistaron,

Djokovic y Alcaraz se vieron las caras en Riad, la capital de Arabia, en un torneo de exhibición que les emparejaba por quinta vez en la temporada tras Roland Garros, Wimbledon, Cincinatti y las ATP Finals de Turín.

Si 2022 fue el año de Qatar, con la celebración del Mundial en pleno mes de noviembre, alterando el calendario futbolístico internacional, 2023 fue el año de Arabia Saudí. El país liderado por Mohaned bin Salman comenzó su campaña de ‘sportwashing’ con el fichaje de jugadores galácticos como Cristiano Ronaldo, que fichó por el Al Nassr por 200 millones de euros. Su estela la siguieron otros astros del fútbol como Neymar, Benzema, Carrasco, Bono, Laporte, Malcon… Más de mil millones gastados para convertir su liga de fútbol en un foco mediático plagada de jugadores veteranos procedentes de la vieja Europa.

A todo esto se le debe de sumar la celebración de la supercopa de España en Riad. El expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, con la intermediación de Gerard Piqué, firmó en 2019 un contrato de 40 millones para celebrar allí la Supercopa durante seis años.

2024 no parece que vaya a ser distinto para la dictadura saudí. Hace unos meses se conoció que el tenista Rafael Nadal y la Federación de Tenis de Arabia Saudí habían llegado a un acuerdo para que el tenista español sea la cara visible del tenis saudí.

Una estrategia que pocos ven con buenos ojos dado el tratamiento de los Derechos Humanos en el país asiático, donde algunas de las libertades fundamentales en Occidente son incluso delito.

Por eso Nadal salió a defenderse ante la periodista Ana Pastor. “No creo que Arabia me necesite a mí para lavar su imagen, es un país que se ha abierto al mundo y que tiene un gran potencial. Con lo cual es lógico que el mundo se vaya para allí”, comentó.

Más allá de esa lógica a ojos de Nadal, él mismo admite que es normal que la gente piense que se vende por dinero, aunque tiene muy claro que la oportunidad que le está dando a Arabia tiene sí o sí que demostrarle algo importante con el tiempo: “ay cosas que se tienen que mejorar, que es un país que va muy retrasado en muchas cosas, y el país se ha abierto recientemente. Si el país no consigue la evolución que yo creo que tiene que seguir en los siguientes 10-15 años, te diré que me equivoqué por completo”, admitió.

Síguenos en Whatsapp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes