Aproximadamente entre el 5 y el 15 por ciento de la población padece una hernia inguinal, una protuberancia provocada por la salida, en una parte debilitada de la pared abdominal, de una parte del intestino o de otro órgano.

Este abultamiento, en muchos casos indoloro, suele aumentar de tamaño estando de pie y se reduce al acostarse.

Aunque puede suponer una urgencia si compromete la circulación sanguínea del intestino, no suele ser grave, pero suele requerir reparación quirúrgica si afecta a mujeres o causa síntomas en hombres. Los varones son precisamente los más afectados, principalmente, aquellos con sobrepeso u obesidad, hipertrofia prostática, antecedentes familiares de patología herniaria, fibrosis quística o criptorquidia.

Esto hace que la hernia inguinal suponga un volumen muy importante de intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, y a pesar de que en este campo se ha dado un paso muy importante hacia procedimientos cada vez menos invasivos, en esta enfermedad no son demasiados los centros que tienen implantado de forma rutinaria el abordaje laparoscópico.

Sí lo tiene el Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña. En este centro los pacientes son tratados, “tanto por abordaje TAPP (corrección herniaria por vía transabdominal preperitoneal) como TEP (abordaje total extraperitoneal)” explica el Dr. Santos F. Jiménez de los Galanes Marchán, jefe de este departamento. “Se realizan de forma indistinta según la técnica que aporte mayor beneficio potencial al paciente”, subraya.

La primera de las técnicas, TAPP, requiere de un acceso a la cavidad peritoneal, donde se encuentran el intestino y el resto de vísceras abdominales del aparato digestivo, para “incidir sobre el peritoneo, disecar la región inguinal y colocar una malla a través de dicha incisión peritoneal”, explica. En la segunda, TEP, no se accede a la cavidad peritoneal para colocar la malla, por lo que, aunque es más compleja, puede reducir los riesgos de lesión a los órganos internos y otros problemas.

Grandes ventajas

El abordaje laparoscópico en la hernia inguinal, como en otras enfermedades, presenta importantes ventajas. “Reduce el dolor postoperatorio y el entumecimiento de la zona, ofrece un mejor resultado estético y ayuda a una reincorporación más temprana a las actividades habituales del paciente”, resume este especialista.

Equipo del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del HUIE

Formando a otros profesionales

La experiencia de su equipo en este tipo de intervenciones, y dado que se precisa formación complementaria para llevarlas a cabo, les ha llevado a organizar cursos de cirugía endoscópica de la hernia inguinal.

Están dirigidos a cirujanos de toda España con el objetivo de aumentar la tasa de implantación de esta técnica y los resultados de los mismos, el último celebrado recientemente, no han podido ser mejores.

“Gracias a nuestra experiencia, estamos ampliamente capacitados en esta cirugía y podemos impartir formación complementaria a cirujanos que en la actualidad realizan este tipo de intervenciones por vía abierta”, precisa el Dr. Jiménez de los Galanes, que apunta también que “cada vez son más los profesionales interesados en esta formación, que se imparte in situ en quirófano con casos reales”.

Una unidad especializada

Y es que el servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del este hospital de la Comunidad de Madrid cuenta con una unidad especializada en el manejo laparoscópico avanzado de la patología de pared abdominal.

Liderada por el propio Jiménez de los Galanes, está compuesta por profesionales con un amplio reconocimiento nacional e internacional dentro de la comunidad quirúrgica en este campo, como el Dr. García Vásquez, coordinador de la misma, y se encarga del tratamiento de los problemas de mayor complejidad, como hernias secundarias o diástasis de rectos.

Para ello son fundamentales dos aspectos, este tipo de abordajes mínimamente invasivos y las medidas de prehabilitación que emplean, como la utilización de toxina botulínica.