Killer Queen es una de las drag queen más famosas de nuestro país. "Gato, gato", alterna su trabajo como artista con el de sanitario. El pasado lunes respondía a un "marifacha" durante uno de sus espectáculos después de que éste le pidieran que no politizara sus shows, a lo que contestó: "Si el drag no hace la política, a día de hoy seguiríamos metidos en los armarios".

El momento, así como su discurso posterior, se volvió tan viral que hasta políticas como la candidata de Más Madrid, Mónica García y la ministra de Igualdad, Irene Montero, se hicieron eco de sus palabras. 

En Elplural.com hemos querido charlar con él acerca del colectivo LGTBI y la importancia de que éste se movilice en esta jornada electoral.

Pregunta (P): ¿Qué se juega el colectivo LGTBI en estas elecciones?

Respuesta (R): Yo creo que el colectivo LGTBI se está jugando algo tan importante como que haya un pin parental en Madrid, algo que atenta claramente contra la diversidad.

Nos estamos jugando una amenaza directa en la Asamblea porque nos han señalado, incluso, en campañas como el enemigo de España. Nos estamos jugando el poder ser señalados por la calle que la gente tenga impunidad para agredir como parece que está pasando- y la posibilidad de que haya ese pin parental, que hace que los niños no puedan crecer en la diversidad, que es algo que nos ayuda a crecer como sociedad.

El saber que somos una sociedad diversa, en la que cabe todo el mundo siempre y cuando rememos hacia un futuro en el que haya más empatía, más solidaridad, más compromiso y, sobre todo, un futuro en el que quepa todo el mundo que quiera remar hacia delante, y hay gente que quiere remar hacia atrás. Esa gente es con la que nos estamos jugando hoy el futuro de la Comunidad de Madrid-que es en la que yo llevo viviendo toda la vida- y que me gusta que sea plural, pionera en derechos LGTBI y una ciudad en la que cabe todo el mundo.

P: ¿Qué opinión te merece esta derecha que abre la puerta a pactar con la extrema derecha?

R: Tenemos otras derechas en Europa, por ejemplo la de Merkel, que sabe muy bien lo que es el fascismo, el nazismo y todos estos extremismos. El problema que tenemos aquí es que no se posicionan y al final todo el mundo va a por votos para conseguir sillones. Entonces, una derecha que podría considerarse hasta cierto punto algo moderada se deja influir por una derecha radical, que no tiene miedo a ser llamada fascista y que lo presumen con orgullo

A mí me da entre miedo y pena, pena de que Madrid se convierta en un lugar donde te pueden señalar por la calle y pegar, donde sea lícito que recibas un insulto de "maricón" por la calle, o "travelo"... Me preocupa que Madrid se convierta en una ciudad en la que no caben todos.

P: Está habiendo una movilización sin precedentes, aunque mucha gente se está quedando en casa después de ver las colas en los colegios electorales. ¿Qué dices a estas personas?

R: Que mucha gente ha luchado en España durante mucho tiempo para que viviéramos una democracia y el derecho a voto es un derecho que debemos a la gente que ha caído por la libertad y que ha luchado por ella, incluso, hasta la muerte. Creo que a nuestros padres, a nuestros abuelos... que han vivido la etapa de la dictadura y de la Transición les debemos ese derecho que consiguieron. 

Como ciudadanos tenemos un derecho fundamental y un deber que es posicionarnos como ciudadanos que creemos en una democracia y que tenemos que cambiar a partir de los votos. Obviamente tenemos que cambiar las cosas en la calle, y si es necesario, se puede llegar a ello; pero tenemos la posibilidad de cambiar las cosas con una papeleta. 

Yo no voy a decir a quién tienes que votar, porque eso sería coaccionar a alguien, pero sí me gustaría que la gente aprendiera a votar con empatía, porque es algo que en mi profesión siempre he llevado como bandera. Es lo que más me vale en la vida, poner mi corazón en el mundo, y he evolucionado mucho en mi vida siendo empático. 

Por ello me gustaría que la gente en vez de por sus privilegios votara por empatía. Yo tengo muchos privilegios como persona cis blanca y que vive en una familia de clase, que tiene un sueldo bastante decente; y que en parte renuncia a algunos privilegios por votar con empatía.

P: ¿Qué sentiste cuando Mónica García te respondía en Twitter el otro día después de que contaras lo que te pasó en tu espectáculo?

R: A mí Mónica como compañera de profesión me parece que es una persona que ha llegado donde ha llegado a base de esfuerzo y ella refleja eso: ha tenido que sacarse una carrera, un MIR, una especialidad y luego un máster en gestión.

Creo que es una persona que no va con bulos, sino con datos y hechos... y yo valoro mucho la veracidad y el compromiso. Además, ha estado al frente de la pandemia, en primera línea y luchando por algo que me compete tanto como la sanidad pública, que se está tambaleando. 

A eso añádele que habla con alegría y difunde esperanza con su mensaje en el que existe un Madrid de todos y para todos.

P: ¿Alguna vez has sentido discriminación por tu condición LGTB?

R: Sí. El mero hecho de ser una persona LGTB ya te hace ser señalado por ciertas personas y sufres el bullying desde pequeño, a veces, en el colegio. Pero el mensaje que yo siempre quiero lanzar es esperanzador. Yo estoy muy orgulloso de ser una persona LGTBI y llegar a esas casas o a esos niños que no conocen quienes son o se están descubriendo, que puedan ver que existe un futuro en el que ser feliz y de esperanza. Y, por delante de todo, que vean que seas quien seas, ames a quien ames y decidas ser quien quieras ser en la vida que seas feliz y que siempre habrá gente que te va a estar apoyando.

Aunque lo he sufrido y lo he pasado muy mal, siempre hay un futuro mejor y quiero abogar porque en Madrid los niños, las niñas y los niñes tengan ese futuro.

P: ¿Crees que lo que pase hoy en Madrid puede marcar el devenir de la política nacional o de otras comunidades?

R: Creo que cada comunidad es un mundo y al final la gente de cada comunidad responde de una forma. Es verdad que Madrid es la capital y lo que pase aquí puede repercutir en otras comunidades, pero no estoy nada de acuerdo con el mensaje de que Madrid es el ombligo de España. Al final cada territorio tiene sus cosas, sus valores, sus riquezas y sus tradiciones.