La NBA volvió en la madrugada del jueves al viernes. La mejor liga de baloncesto del mundo reanudó el campeonato en plena pandemia del coronavirus -que lo obligó a cerrarlo en marzo después del positivo del pívot francés de Utah Jazz, Rudy Gobert- y en medio de un sinfín de manifestaciones en contra del racismo después del asesinato a manos de un policía de George Floyd.

Sin embargo, volver no significa olvidar, y por ello la NBA ha regresado en una burbuja de Disney World, en Orlando, habilitada por y para los jugadores, y con grandes medidas de seguridad para hacer frente al coronavirus.

En cuanto a la defensa de la justicia social, muchos jugadores ya habían planteado sus reticencias a volver porque apuntaban que ahora tocaba estar en las protestas. Este es el caso de la superestrella de los Brooklyn Nets Kyrie Irving, quien de hecho no ha viajado junto al resto de sus compañeros a Orlando.

Por su parte, los que sí se han desplazado a la burbuja han continuado manifestándose, pero desde la cancha. En este sentido, los primeros partidos de la reanudación de la NBA han dejado unas imágenes hasta hace poco tiempo inimaginables: todos los jugadores, entrenadores y árbitros vestidos con camisetas negras con el lema Black Lives Matter, y escuchando el himno abrazados con una rodilla en el suelo. Un gesto que la ESPN, cadena que tiene los derechos de la liga, decidió no emitir, y que es icónico en Estados Unidos después de que el exjugador de los 49ers Colin Kaepernick hiciera lo mismo en 2016 para protestar, de nuevo, contra el racismo y la injusticia social. Cabe destacar que en EEUU la bandera y el himno son dos símbolos sagrados. De ahí la importancia de estas imágenes.

Jonathan Isaac, el pastor de la NBA que no hinca la rodilla

Sin embargo, hay un caso especial: Jonathan Isaac, jugador de los Orlando Magic. Este sorprendía a todo el mundo el pasado viernes al no arrodillarse antes del inicio del encuentro que enfrentaba a su equipo con los Nets, ni ponerse la camiseta negra con el lema de Black Lives Matter, dejando una de las imágenes deportivas de la década. Hay que señalar que Gregg Popovich, entrenador de los San Antonio Spurs y seleccionador nacional, y su ayudante Becky Hammon, también se mantuvieron de pie, pero ellos sí que portaron la remera reivindicativa.

“Creo en el Black Lives Matter, creo que las vidas de los negros importan. He pensado mucho en ello y creo que llevar la camiseta de Black Lives Matter no va de la mano con que te importen las vidas de los negros. Había que tomar una decisión y decidí no ponerme la camiseta. No considero que hincar la rodilla o una prenda sean la respuesta”, señaló el alero posteriormente a la prensa.

“Yo lo que creo es que las vidas de los negros están respaldadas por el Evangelio. Todas las vidas lo están. Aunque se hagan cosas mal y haya momentos en los que valga más acusar con el dedo a ver quién lo ha hecho peor. La Biblia nos dice que estemos a la altura de la gloria de nuestro dios y que aquel que sea humilde y se arrepienta de sus pecados al final del día verá todo con una luz diferente. Eso ayudaría a que nos uniéramos […] Creo que cuando miras a tu alrededor, el racismo no es lo único que afecta a nuestra sociedad, a nuestra nación y a nuestro mundo. Creo que tenemos que unirnos en ese mensaje por el cual queremos superar no solo el racismo, sino todo los que nos afecta como sociedad. Siento que la respuesta a eso es el evangelio”, sentenció el jugador de los Magic.

Una postura que tal y como ha confirmado Orlando recibió el apoyo de todos sus compañeros. “Hablamos y creo que todos los equipos hicieron lo mismo. Es una decisión personal. Si alguien no se siente cómodo arrodillado y quieren estar de pie, no hay problema. Yo lo apoyo, sus compañeros lo apoyan, la organización lo apoya, así que eso es parte de la vida en nuestro país”, explicó el entrenador del equipo, Steve Clifford. “No necesitaba explicarnos nada. Fue su elección. Todos decidimos que íbamos a arrodillarnos, pero él decidió no hacerlo. Ninguno de nosotros presionó para hacer nada. Lo apoyamos, punto”, manifestó por su parte el base titular de los Magic Evan Fournier.

Isaac, quien este domingo sufrió un desgarro en el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que le mantendrá lejos de las canchas durante varios meses, ya era conocido desde su llegada a la NBA por sus convicciones religiosas. De hecho, esta misma temporada, con solo 22 años, fue nombrado pastor de la congregación de la Jump Ministries Global Church.

"No creo que a nadie en la NBA le importe si el presidente Trump ve baloncesto"

Por su parte, como era fácil de prever, el gesto de hincar rodilla no ha gustado nada al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien una semana antes de volver la NBA se confesaba emocionado por la vuelta del campeonato, pero advertía que, si alguien se arrodillaba durante el himno, el juego se acababa para él. Los jugadores hacían caso omiso de las palabras del magnate, y este viernes el veterano jugador de los New Orleans Pelicans JJ Redick le respondía de esta manera durante una entrevista concedida a Yahoo Sports: “En primer lugar, no creo que a nadie en la NBA le importe si el presidente Trump ve baloncesto. No podría importarme menos. En lo que respecta a su estilo, creo que independientemente de la especificidad de tuitear sobre la NBA, cada tuit está destinado a dividirse, cada tuit está destinado a incitar, cada tuit está destinado a envalentonar, entonces esto no fue diferente”.

De hecho, a raíz de esta advertencia de Trump desoída por los jugadores, el diario AS abrió de la siguiente manera su portada del sábado 1 de agosto: “La NBA desafía a Trump”, y una imagen de Lebron James con la camiseta negra, con la rodilla en el suelo y señalando con el dedo hacia arriba. Un mensaje que no le gustó nada a Ricky Rubio, MVP del pasado Mundial de Baloncesto y base de los Phoenix Suns, quien tuiteó que “la NBA no desafía a Trump, la NBA cree que es el momento de alzar la voz e intentar crear soluciones de un problema que lleva existiendo durante muchos años, no solo con Trump”. “Estaría bien que entre todos no intentemos buscar polémica, sino ayudar”, sentenció el jugador catalán.