Las aguas están revueltas en la Casa Real británica y mucho más después de que los duques de Sussex anunciaran, a través de una nota oficial, su intención de renunciar como miembros de la realeza e independizarse económicamente. La reina Isabel II, el príncipe Carlos y el príncipe William se reunirán hoy con Harry en Sandringham para intentar llegar a un acuerdo. Algunos medios se hacen eco de la advertencia del periodista Tom Bradby, quien ha entrevistado a la pareja en varias ocasiones y aconsejaba ir con precaución al encuentro real, del que podrían salir graves consecuencias.

Posible acusación de racismo

Entre esas consecuencias, se baraja la posibilidad, según Tom Bradby, de que Harry y Meghan concedan una entrevista, en el caso de que no consigan lo que pidan, en la que digan cosas que podrían dañar la imagen de la monarquía británica. Se teme que la duquesa de Sussex hable la acuse de racismo y sexismo. La actriz no estará presente en la reunión, al menos físicamente, ya que podría estar a través de una videollamada desde Canadá. 

Un contrato con Disney

Por otro lado, ha trascendido que la duquesa de Sussex firmó un contrato con la compañía estadounidense Disney para grabar una voz en off, un trabajo por el cual la firma hará una donación a una organización que protege a los elefantes, Elephants Without Borders (Elefantes sin fronteras), aunque no han trascendido más detalles sobre el contrato, según informó EFE.

La reina se olvidó de la pareja en Navidad

Tras la anunciada decisión de Harry y Megan de desligarse de la familia real, un portavoz de Buckingham dijo que "entendemos su deseo de adoptar un nuevo enfoque, pero son asuntos complicados que requerirán tiempo para ser manejados". La pareja pretende dividir su residencia entre Reino Unido y Canadá, país en el que pasaron dos meses antes de Navidad. Por cierto, los duques de Sussex no digirieron bien que Isabel II no mostrara ninguna fotografía suya durante su discurso navideño, mientras que sí apareció junto a imágenes del príncipe William y su esposa Kate junto a sus tres hijos, así como de su padre y su mujer, Camila; y otras del duque de Edimburgo, según The Times, que hablaba de "disgusto" de la pareja, que habría tomado su decisión de independizarse "en parte" por este motivo.