Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, saltó a la fama por crear las “brigadas callejeras en favor de la virginidad” y su figura no ha dejado de estar en el foco de la polémica. Recientemente, ha creado todo un catálogo de ‘consejos’ de “apoyo y autoayuda a adolescentes y jóvenes” que ofrece a través de la página web del arzobispado de Alcalá de Henares.

Como ya se ha publicado en ElPlural.com, este asesoramiento se realiza en colaboración de gabinetes ultraconservadores tales como ‘Es posible la Esperanza’, ‘Es posible el cambio’ o ‘Sexólicos Anónimos’ con el objetivo de ofrecer “distintas herramientas” para la “sanación” de los homosexuales, para que las mujeres vuelvan “a ser vírgenes por segunda vez” o para que el conjunto de la población se “libere de la lujuria”, en definitiva, una serie de recomendaciones para decir “no” a las relaciones sexuales prematimoniales.

Uno de los aspectos que más han chocado es la recomendación de “no vestir provocativas para evitar el infierno”. Ante estas palabras, el Instituto de la Mujer ha respondido a las preguntas de ElPlural.com sobre esta cuestión. Beatriz Gimeno, su directora, ha asegurado que “el concepto de ‘vestir provocativamente’ es profundamente machista, ya que hace recaer sobre las mujeres toda la culpabilidad de lo que puede ocurrir, y es una percepción muy peligrosa, porque se acaba trasladando del concepto religioso de los pecados, al concepto social y legal de los delitos. También estas interpretaciones coadyuvan a la violencia de género”.

“Las mujeres, afortunadamente, hoy día pueden vestir y actuar como quieran. Este alejamiento de la realidad social por parte de la iglesia también se traduce en un alejamiento, de la población en general y las mujeres en particular, de la práctica religiosa, como demuestra la drástica caída de bautizos o bodas católicas en España”, añade Gimeno para zanjar que “Lo que sí nos preocupa es que con algunas iniciativas y declaraciones de algunos responsables de la iglesia católica española, que estoy segura de que no la representan en su totalidad, se llega a denigrar a las mujeres y se cuestionan sus derechos, o los de los colectivos LGTBI”.