La Fundación “la Caixa” ha presentado la evaluación presentada por el Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas, aprovechando el Día Mundial de los Cuidados Paliativos. El estudio concluye, tras evaluar la efectividad de los Equipos de Atención Psicosocial (EAPS) en España en el período que abarca los años 2021 y 2022, que la atención psicosocial y espiritual tienen como resultado un mayor bienestar y un mejor estado de ánimo.

Esta evaluación, fue realizada por la Cátedra de cuidados paliativos de le Universidad de Vic - Central de Cataluña (UVIC/UCC) junto con el Institut de Recerca Germans Trias i Pujol (IGTP), con el apoyo ya mencionado de la Fundación “la Caixa”, contó con una muestra de casi 6.500 pacientes que padecían una enfermedad avanzada, con una edad media de 73 años, el 52% del  total mujeres y el resto, el 48%, hombres. De todos, el 61% con enfermedad oncológica y el 39%, otra patología.

Características de la muestra

La primera y más visible de las conclusiones de la evaluación es la notable mejora en el estado de ánimo. Basta con mencionar que en una primera visita, el 78% de los pacientes decía sentirse regular o mal, y que, una vez que intervenían los Equipos de Atención Psicosocial, ese porcentaje se reducía a menos de la mitad. Y no solo, ya que el aspecto más relevante es que, una vez recibida esa atención psicológica, social y espiritual, el 66% asegura que sus creencias y valores les permiten enfrentarse a la difícil situación, dado que se refuerzan todos los aspectos personales que tiene cada individuo en situación de final de vida, fundamentalmente las fortalezas y los recursos en general. En consonancia la subida del ánimo, se da al mismo tiempo una bajada en la tristeza. Se trata de algo inversamente proporcional. En la primera visita, aproximadamente la mitad de los pacientes se sentía bastante o muy triste, mientras que una vez recibida la atención, el porcentaje se reduce hasta el 17%.

El Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas es un pilar fundamental a la hora de contribuir en la mejora de las dimensiones psicológicas, reduciendo síntomas como la ansiedad, la depresión, el malestar, el sufrimiento o el insomnio; las sociales, potenciando la capacidad de relación y de comunicación con la familia y con el entorno; y las esenciales, centradas en la espiritualidad, la dignidad, la sensación de paz y de perdón y el grado de aceptación de la enfermedad. El doctor Xavier Gómez-Batiste, catedrático de medicina paliativa y director científico del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación ”la Caixa”, explica que esta evaluación pone de relieve la importancia de la mirada integral, por lo que se deben atender todas las dimensiones en las situaciones de enfermedad. “Nuestro objetivo como profesionales es contribuir a que el cierre de la biografía se dé en las mejores condiciones posibles y que la atención pueda ser integral en todos los casos, ya que todas las personas merecen un final de vida sereno y digno”, concluye.

La atención psicosocial debe ser un derecho

El programa, que cumple ya catorce años, período en el que ha ofrecido una atención de calidad a personas que se encuentran en final de vida, centrándose siempre en la humanización de los cuidados en situaciones de cronicidad avanzada y vulnerabilidad social, crece incesantemente, y ya se anuncia que antes de finales de año ya se estará desarrollando en todas las provincias de España y en las dos ciudades autónomas. El Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación ”la Caixa” forma parte de la Estrategia de Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud, al que complementa para poder cubrir aspectos que normalmente se tienen menos en cuenta, como los son la esfera emocional, la esfera social y la esfera espiritual, tanto del paciente como de la familia y de los profesionales de cuidados paliativos. En el caso de las familias, se va más allá del proceso de la enfermedad, porque se atiende también al duelo. El total de personas atendidas por el programa, desde su nacimiento, en la totalidad del país asciende a más de 650 mil personas, divididas en 290 mil pacientes y 370 mil familiares, siempre codo a codo con el Ministerio de Sanidad y las diferentes consejerías de salud de las Comunidades Autónomas.

El programa tiene como principal objetivo el que el acompañamiento psicosocial y espiritual en final de vida sea un derecho universal.