León es la mayor reserva de osos pardos de Castilla y León y en el norte de la provincia los vecinos tienen que convivir con ellos, sobre todo los que tienen huertas y cerezos. En las comarcas de El Bierzo Alto y Laciana se pueden ver osos en libertad, nunca han atacado a las personas y la gente los observa a lo lejos. Otra cosa les pasa a los propietarios de huertas y cerezos en el jardín, donde los osos hacen sus delicias.

En Salentinos, pedanía de Páramo del Sil, se ha grabado desde un coche la argucia de uno de estos animales, que se sube hasta lo alto de un cerezo para comer las cerezas. En el vídeo se puede ver al animal huir por las parcelas sembradas y plantadas, aunque en un primer momento descendía del árbol con tranquilidad.

Un lugar privilegiado para el avistamiento de osos

El tramo de la Cordillera Cantábrica que comprende el valle de Laciana es un territorio privilegiado para poder avistar a los osos en su hábitat natural y en plena libertad. La mayor concentración se encuentra en los valles y bosques de los municipios de Villablino, Palacios del Sil y Páramo del Sil, en León.

Cabe recordar que la observación del oso se debe hacer siempre en condiciones muy estrictas, desde la distancia, en silencio, sin dispersión del grupo de espectadores y usando instrumentos ópticos adecuados para verlos bien si estamos muy lejos.

El Bierzo Alto

Esta zona de la provincia leonesa está marcada por profundos valles, frondosos bosques y pequeños pueblos perdidos entre el paisaje natural y explotado por la actividad minera del carbón. Está bañada por las aguas de los ríos Sil y Boeza y alberga a los puntos más altos de El Bierzo, el pico Valdeiglesias, en Palacios del Sil, y el Catoute, en la sierra de Gistredo, que superan los 2.000 metros de altitud.

En el Valle del Boeza se puede visitar Bembibre, capital del Bierzo Alto, donde destaca su casco antiguo, la plaza del ayuntamiento, la iglesia parroquial de San Pedro, el museo de El Bierzo Alto y el Santuario neoclásico del Ecce-Hommo.

En esta zona también hay que admirar el monasterio medieval de San Miguel de las Dueñas y el Santuario de La Peña de Congosto, desde donde se pueden ver unas espectaculares vistas del pantano de Barcena. Hay otros bonitos pueblos, como Igüeña o Folgoso de la Ribera.

En el Valle del Sil hay que hacer parada en Toreno para apreciar su famosa picota medieval y acercarse hasta el Santuario de San Miguel de Langre y Librán, en cuyas montañas se guardan pinturas rupestres. También es recomendable visitar Matarrosa, Páramo y Palacios del Sil, pueblos que se poblaron con los trabajadores de las diferentes empresas mineras.