Los centros de salud de toda España se enfrentan otras Navidades más a los virus respiratorios, tal y como explicaba esta semana Ángela Hernández, secretaria general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), en declaraciones a ElPlural.com. Y es que verano e invierno son estaciones que no se entienden sin las fiestas, pero que también dejan al descubierto las costuras del sistema sanitario y nos demuestran, cada año, lo vulnerables que somos.

Todavía dentro de la Comunidad de Madrid se pueden ver imágenes como las que ha expuesto este medio durante Navidad y ha contado tanto el personal sanitario como los sindicatos del gremio. Un ejemplo claro a la par que concreto de este escenario es el que dibuja en redes sociales el Movimiento Asambleario de Trabajadoras y Trabajadores de Sanidad (MATS), que ha ido dejando en X, antiguo Twitter, imágenes de las interminables colas que forman los pacientes en los pasillos de las Urgencias de centros como pioneros como el 12 de Octubre, donde se ha visto casi triplicada la cifra de personas con respecto a su capacidad.

La gripe, más presente, pero que nadie se olvide del Covid

El modo de hacer de los dirigentes políticos, desde luego, tiene que ver, pero no hay que dejar de lado que existe una base puramente científica relacionada con las fechas navideñas, cuando los virus, tal y como lleva pasando desde que el Covid entró en nuestro país, allá por 2020, más a gusto se mueven. Y ésta se extiende a todo el país. De hecho, el coronavirus, pese a tener menos impacto y, por supuesto, virulencia, sigue siendo una patología presente entre la población, que en este caso se ha juntado especialmente con la gripe, muchísimo más presente.

En datos, si se atiende a los últimos publicados por el Instituto de Salud Carlos III respecto a la semana previa a Nochebuena, las infecciones respiratorias registraron una subida de más de 100 puntos con respecto a la notificación anterior de infecciones, pasando de los 806 casos por habitante a más de 900, y las tabla que se visualizarán en los próximos días, lejos de disminuir esta incidencia, parece que la aumentará, si se tiene en cuenta que asumirá las consecuencias de las reuniones familiares también de Nochevieja y con el fin de semana de Reyes a la vuelta da la esquina.

Si en el anterior artículo nos centrábamos en la problemática de Madrid, los expertos no se cansan de repetir que, si bien aquí y otros puntos del mapa como Andalucía, el problema es especialmente serio, la cuestión no deja de presentarse como estructural y, con ello, tocar prácticamente todos los puntos del mapa. De esta manera, el propio Ministerio de Sanidad reconocía hace cosa de un año que había un millar de médicos menos que en 2018, siendo este uno de los puntos a revertir que el departamento ahora dirigido por Mónica García, ex portavoz de Más Madrid en la Asamblea madrileña, se ha planteado como propósito de Año Nuevo. Sobre los pacientes, y todavía focalizados en la región del sur, Málaga ha batido el récord en las presentes Navidades de los que llegan sin cita: 178 en un día y más de la mitad por síntomas respiratorios.

Con todo, como se ha expuesto, la situación es, si no idéntica, sí muy similar se mire donde se mire. El norte, por ejemplo, más concretamente Asturias. Desde allí nos atiende Alberto Vicente Mariano Rodríguez, responsable de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), a quien a la vez le llegan datos de Ceuta y Melilla, procedentes de otra compañera y que no hacen sino confirmar la tendencia.  

“La situación es extrapolable a muchísimos sitios de España”, confirma el doctor al otro lado del teléfono. El también secretario general adjunto de hospitales por el Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA) es muy claro: “Aquí estamos en una situación fatal. La demanda es enorme. Hay cientos de pacientes al día en Primaria, tanto en las consultas normales como en las guardias, con muchísimos avisos y afluencia a los centros (…) Las urgencias también están totalmente colapsadas, con el doble casi de pacientes de lo que sería habitual en otra época del año, y las UCIS sin camas”.

Vacunación y mascarilla: claves que unos no se cansan de explicar y otros de contar

A continuación, hace un aviso a navegantes que, si bien puede sonar redundante, se mantiene necesario. Y es que las claves, por mucho que unos las den y otros las escribamos, siguen siendo las mismas: mascarilla y, sobre todo, vacunación. “La gente no cumple con lo primero en los lugares en los que hay mucha afluencia de gente, algo que, si bien no es obligatorio, sí altamente recomendable; y la vacunación ha disminuido considerablemente tanto en Gripe A como en Covid”, explica. “Parece que la gente se ha olvidado de todo”, subraya entristecido, recordando que las patologías afectan, sobre todo, a la gente mayor e inmunodeprimida, pero también a las del tramo de edad comprendido entre los 40 y 60 años.

Parece que la gente se ha olvidado de todo

Y para que la situación se revierta, el profesional tampoco quiere dejar pasar la ocasión de pedir más colaboración por parte de las administraciones: “El dimensionamiento de las plantillas es tremendamente deficiente con plantas hospitalarias cerradas, que pueden suponer hasta un 10% de las camas (…) Siempre con la excusa de que no hay médicos. ¡Pues tendrán que hacer algo!”, pide en primera instancia para solicitar, también a las entidades públicas, incidir más sobre la población y de manera “seria” acerca de la importancia de la vacunación y el uso de mascarillas.