Las residencias de mayores se erigieron como uno de los principales focos de riesgo desde el inicio de la pandemia del coronavirus en España, especialmente acusada en la Comunidad de Madrid. El Ejército llegó a hallar halló cadáveres sin notificar. Las cifras son alarmantes. Las residencias no se han medicalizado como prometió hace un más de un mes el Gobierno de Ayuso. Toda ayuda es poca, sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha rehusado aceptar la colaboración de los bomberos.

Según ha informado la Cadena SER, el sindicato de bomberos se ha ofrecido a realizar labores de desinfección y ayudar con las rotaciones, pero el Ejecutivo de Ayuso les ha rechazado. El gremio quiere colaborar más, pero Carlos Novillo, director de la agencia de Seguridad y Emergencias, ha alegado que “la actuación debe ser coordinada: “Esto no es un incendio que puedes actuar, te marchas y lo dejas resuelto”.

La gestión de Ayuso y las deficiencias en residencias

Conviene aclarar en este punto que las competencias en las residencias las siguen teniendo las comunidades autónomas, a pesar del estado de alarma decretado, La propia presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, así lo apuntó: “Él [Sánchez] solo manda, nosotros [las autonomías] gestionamos”.

El decreto del estado de alarma del pasado 14 de marzo le dio al ministro de Sanidad, Salvador Illa, el mando único. Las competencias se centralizaron, sí, pero la gestión continúa en manos de los gobiernos autonómicos.

La respuesta de Ayuso ante la crisis está siendo deficiente. Ha pasado mas de un mes desde que Ruiz Escudero prometió que “las residencias se van a medicalizar y los mayores contagiados serán atendidos allí mismo”.

Estas palabras fueron pronunciadas el 12 de marzo, y a miércoles 15 de abril los sanitarios siguen sin llegar, lo que ha condenado a muchas residencias a condiciones deleznables y ha provocado un cisma en el Gobierno regional.