El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, ha admitido que la Iglesia mantuvo durante años "un silencio cómplice" ante los casos de pederastia, pero ha extendido la culpa a toda la sociedad por su cuota de "responsabilidad en esta cultura común compartida de silencio".

Gil Tamayo ha explicado esa responsabilidad por la "inacción de toda la sociedad española" ante los abusos a menores por parte de la Iglesia católica.

"Es verdad que la Iglesia está obligada a un testimonio más coherente que nadie, pero esto no exime al resto de asumir su cuota de responsabilidad en esta cultura común compartida de silencio", ha dicho Gil Tamayo en una entrevista con EFE concedida una semana antes de concluir su mandato.

Gil Tamayo será ordenado obispo de Ávila el próximo 15 de diciembre, una responsabilidad para la que ha sido nombrado por el papa Francisco tras la renuncia de Jesús García Burillo.