La Consejería de Salud de Cataluña no cree que el coronavirus fuera la causante de la muerte, el martes en la mañana, de una niña de 11 años en Tarragona que había dado positivo por este virus. La menor fue intervenida de urgencia del llamado abdomen agudo, que derivó en una isquemia intestinal y una perforación gástrica.

En declaraciones en Santa Colma de Gramenet (Barcelona), la consellera de Salud, Alba Vergés, ha advertido de que “no siempre la causa es concreta y no parece, no se puede afirmar, que la causa sea ésta”, al referirse al caso de la menor, que dio positivo de Covid-19 y falleció en el Hospital Joan XXIII de Tarragona.

La consejera remitió a lo dicho en rueda de prensa por el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, que llamó a “diferenciar” cuando una muerte se produce “a causa” del coronavirus o “con” el virus.

La muerte no fue “por, sino con” el virus, subrayó Josep Maria Argimon, que añadió: “Hay un caso muy triste, muy triste, pero en ningún momento podemos pensar que sea a causa del virus”.

La menor había dado positivo en coronavirus

La niña fallecida, que había dado positivo en las pruebas de Covid-19, había ingresado inicialmente en el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa, pero más tarde fue trasladada al Hospital Joan XXIII, al empeorar su estado de salud. La menor falleció poco después de las 07.00 horas del martes en el quirófano, donde la intervenían de urgencia del llamado ‘abdomen agudo’ que derivó en una isquemia intestinal y una perforación gástrica, según avanzó el Diari de Tarragona. En esa información, que citaba a fuentes hospitalarias, se afirmaba que la pequeña no tenía patologías previas.

Tenía problemas previos en el aparato digestivo

La pequeña, de nacionalidad pakistaní, había sido intervenida previamente del aparato digestivo en su país de origen y los centros de salud donde fue tratada, el Ayuntamiento de Campredó, donde residía, así como la Generalitat, niegan que el coronavirus haya sido la causa de la muerte, que atribuyen a una perforación gástrica, según adelanta hoy El Español.

La niña residía en Campredó con sus padres y su hermana. Habían viajado a Pakistán y regresaron el mes pasado, según el citado diario.