El V.A.R, por suerte o por desgracia, lleva implantado en la Liga española desde la temporada 2018-2019. A pesar de innumerables errores arbitrales que empantanan esta nueva tecnología, es innegable que ha convertido el deporte rey en algo más justo. Sea cómo fuere, la autoridad intelectual del V.A.R sigue en entredicho y son varias las personas que han levantado la voz y asegurando que son los creadores. Uno de ellos es Francisco López, CEO de Micro Ear Sport y asegura a ElPlural.com que puede demostrarlo.
P- Usted asegura que inventó el Videoarbitraje. ¿Puede demostrarlo?
R: Sin lugar a dudas. Cuando se afirma un hecho tan trascendental, como es la revolución mundial que hemos vivido con la innovación en el mundo del fútbol, hay que tener las pruebas suficientes para asegurar dicha afirmación y no solo con elucubraciones como algún otro ha querido dar a entender en los últimos años . Afirmo la autoría del Sistema de Video Arbitraje en primer lugar por las relaciones con la RFEF y la L.F.P, desde el año 1998, a través de nuestro sistema de intercomunicadores que ya se plantearon su utilización en el año 1.998 en el Campeonato del Mundo de Futbol de Francia 98 y en el año 1.999 se realizó el proyecto El Fútbol del Siglo XXI (Tecnología de Futuro para los equipos arbitrale ) que fue registrado en el Registro general de la Propiedad Intelectual con Numero de R.P.I n: M-86327 de fecha 12 de noviembre del año 1.999.
P: Asegura que tras el cabezazo de Zidane a Materazzi en la final del Mundial del 2006, se utilizó por primera vez su sistema. Sin embargo, Luis Medina Cantalejo, cuarto árbitro en aquel partido, asegura que fue él quien vio aquella escena. Y se lo comunicó al árbitro Horacio Elozondo para que expulsara a Zidane.
R: No. Medina Cantalejo lo supo a través de García Aranda ya que tenían un monitor. Y eso solo lo supe yo en todo el mundo. Y nadie cuenta el relato real. Gracias a mi sistema se pudo apreciar el cabezazo en repetidas ocasiones y comunicárselo al cuarto árbitro. Bajo mi punto de vista, ese Mundial, teniendo en cuenta las normas del momento, no debería haber acabado así ya que estaba prohibido el uso de televisiones para revisar jugadas. En ese momento vi que me habían robado la idea.
P: ¿Qué ha pasado para que no le hayan reconocido como su creador?
R: Eso habría que preguntárselo a los implicados, supuestamente la IFAB-FIFA-UEFA-Y RFEF. Hay muchos intereses económicos. El Financial Times estimó que la comercialización del VAR está en alrededor de los 600.000 libras por minuto. Lo que está claro es que hay alguien que se ha apropiado de manera torticera de algo que es mío. Todo lo puedo demostrar pero no puedo acceder a los abogados que necesito. Imagínate lo que está ganando alguien a costa de mi trabajo.
P: ¿Quién es ese alguien que se ha apropiado de su idea?
R: Mi contacto directo mediante email y teléfono, es García Aranda…... Todos ellos con correos corporativos de Fifa.org. Y como ya estamos hablando y comunicando al mundo la veracidad de los hechos, estas personas serían, Fernando.Tresaco-Gracia@fifa.org y Claudio.pilot@fifa.org. Que con correo en Copia les llego la misma información que a el Sr. García Aranda.
P: ¿Cree que García Aranda se está aprovechando económicamente del VAR?
R: Sinceramente creo que no. El señor García Aranda fue un receptor de la documentación que con carácter de confidencialidad se le envió de buena fe. Solo que mi información se la fue entregada a alguien más dentro de la FIFA- IFAB, además de a García Aranda. En los correos lo demuestro. De hecho, ambos presentamos el proyecto en el Centro de Alto Rendimiento del Consejo Superior de Deportes (CAR)
P: ¿Está este conflicto en los Tribunales?
R: En la actualidad estamos dando los pasos para que de buena fe y siempre pensando en el bien del fútbol, lo arreglemos amistosamente. Planteé una querella y ningún juzgado le ha hincado el diente, nadie se ha atrevido con ello. Lo llevé al Juzgado número 31 de lo Penal de Madrid y de ahí lo pasaron a el Juzgado nº 5 Majadahonda. Allí dijeron que no se comían ese muerto. No tengo dinero pero sí tiempo para pelearme con quien haga falta. No voy a permitir que me roben algo que ha salido de mi cabeza.
P: ¿No le frustra el hecho de poder estar perdiendo tanto dinero?
R: Es lo último que quiero. De hecho, voy a donar todo lo que saque. El dinero corrompe al ser humano. Tengo documentación suficiente para poner a más de uno en problemas. Y si tuviera que hacerlo, lo haría.
Miguel Ángel Galán y Antonio Ibáñez
P: Hay un personaje en toda esta situación que merece la pena destacar: Miguel Ángel Galán, quien ganó la propiedad industrial de la marca Video-Assistant Referee a Mediapro en la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea y la resolución le adjudicó la posibilidad de explotar su marca registrada durante los diez próximos años.
R: No creo que esté ganando dinero de ello. No tiene capacidad para hacerlo. El sistema VAR que ha copiado o comprado fraudulentamente por un error administrativo es que se mete una noche a internet y ve que VAR está libre y paga por comprar la marca. ¿Mira qué trabajo eh? También me llamó para comprar mi registro en la Propiedad Intelectual con unas maneras engañosas. A partir de ahí rompí relaciones con él.
P: Se ha publicado también que la autoría del VAR es de Mario Conde tras una idea de Antonio Ibáñez de Alba, quien asegura que se le ocurrió la idea tras ser testigo en directo del codazo de Tassotti a Luis Enrique.
R: Otra mentira más. Si dice que en 1995 patentó la idea, ¿por qué querer unirse a mí posteriormente en un proyecto? ¿Por qué no me dio el número de la patente cuando se lo pedí? Porque no existía. Tengo la confirmación por parte de la Oficina Española de Patentes y Marcas de que no hay ninguna patente registrada al nombre de su empresa, Valores Antillanos.
P: Él ha presentado un documento de la OEPM que presuntamente le acredita a él como inventor.
R: En ese documento, el número de registro no se ve bien. No se sabe si acaba en 1 o en 7. Además, la fecha del registro está manipulada ya que está escrita a mano. No tiene ni firma del funcionario ni sello de la oficina. Estos señores tienen el problema de creerse más listos que nadie.
