En nuestro país, las infecciones causadas por bacterias resistentes provocan cada año alrededor de 26.000 muertes, una cifra 20 veces superior a la de fallecidos en accidentes de tráfico. 

La resistencia a los antibióticos se ha convertido en una de las mayores amenazas para la salud pública. En las últimas décadas apenas se han desarrollado de forma significativa nuevos antibióticos y seguimos utilizando mal este tipo de fármacos. Nos automedicamos, no completamos de forma correcta los tratamientos y estos siguen empleándose de forma innecesaria. Son muchos todavía los que critican al médico cuando no les prescribe estos tratamientos, pero hay que recordar que no todos los procesos son bacterianos y que los antibióticos solo sirven para estos.

De no revertirse la situación, el escenario se agravará hasta el punto de que se calcula que en 2050 esta será la principal causa de muerte, por encima del cáncer y de las enfermedades de corazón. 

La fagoterapia, una alternativa prometedora

Sin embargo, la ciencia podría tener una prometedora alternativa para tratar este tipo de infecciones, la fagoterapia, una terapia biológica basada en la utilización de virus para reconocer y eliminar bacterias de forma selectiva. El procedimiento no es nuevo. Se utilizó en Occidente hasta 1940, cuando dejó de usarse ante la eficacia y facilidad de uso y producción de los antibióticos. 

Las multirresistencias, no obstante, abren ahora la puerta a recuperar este enfoque, que destaca por su capacidad para adaptarse a cada infección bacteriana y potenciar su acción terapéutica en combinación con los antibióticos. De hecho, esta sinergia podría permitir que las bacterias que se han vuelto resistentes recobren la sensibilidad a estos fármacos. “La fagoterapia simboliza la frontera entre la crisis y la oportunidad", asegura la Dra. María del Mar Tomás, microbióloga y vocal de comunicación de la  Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). "En un momento en el que las multirresistencias suponen un grave problema de salud pública, el rescate de este enfoque puede servir para abrir un nuevo paradigma de tratamiento antes infecciones", indica, subrayando que "para ello, todavía es preciso resolver las limitaciones que impiden su generalización a gran escala”.

En este contexto, explica que se requiere "un mayor impulso de ensayos clínicos que permitan confirmar sus aplicaciones óptimas para los pacientes". Del mismo modo, advierte, aunque a nivel continental la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha publicado una guía regulatoria para su producción industrial o a gran escala, "en España todavía no existe una regulación específica para el desarrollo estandarizado de fagos como medicamentos".

"Hoy, su producción y uso es mayoritariamente experimental, bajo protocolos autorizados individualmente y con apoyo de investigaciones coordinadas entre entidades como SEIMC y SEFH, el ISCIII y CIBER (a través del proyecto MePRAM proyecto de Medicina de Precisión en AMR del Instituto de Salud Carlos III) y, finalmentela AEMPS", detalla Tomás.

El microbiólogo, una pieza clave

En lo que respecta al diagnóstico, por el contrario, la Microbiología Clínica cuenta ya con nuevas técnicas que permiten determinar de forma muy rápida ante una infección cuál es la bacteria causante y su sensibilidad, su resistencia. En este marco, la necesidad radica en poder contar en los hospitales con servicios de atención continuada 24 horas los siete días de la semana.

“Las infecciones no esperan para avanzar. Por cada hora adicional que se tarda en aplicar un tratamiento óptimo, la mortalidad aumenta un 8% en el caso de la sepsis", advierte la vicepresidenta de SEIMC, la Dra. Patricia Ruiz. Esta especialista pone como ejemplo también la meningitis "una infección que puede tener graves consecuencias si no se administra el tratamiento antimicrobiano y medidas de soporte adecuadas de forma inmediata".

Los servicios de microbiología clínica, insiste esta especialista, tienen "una repercusión directa en la supervivencia del paciente". 

Las enfermedades infecciosas como especialidad

Otra de las reclamaciones de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, tiene que ver con la creación de la especialidad MIR de enfermedades infecciosas, petición registrada por esta entidad formalmente el pasado mes de octubre. El Ministerio de Sanidad tiene ahora seis meses para dar una respuesta. 

A día de hoy se contemplan dos modelos formativos, una especialidad MIR reglada o un Área de Capacitación Específica (ACE), Sin embargo, aclara el presidente de la SEIMC, el Dr. Francisco Javier Membrillo, esta última fórmula "no proporcionaría la profundidad y amplitud de conocimientos necesarios, desalinearía a España con los estándares europeos y dificultaría la movilidad profesional de los especialistas". Además supondría, sostiene, "un sobrecoste superior al 200% por cada plaza en comparación con el sistema MIR".

“La creciente amenaza de epidemias y pandemias, el avance de las resistencias antimicrobianas y el desarrollo de enfermedades emergentes y reemergentes requieren profesionales altamente especializados desde el inicio de su formación, con capacidad para incorporar y desarrollar terapias personalizadas", defiende este infectólogo, que añade que "los estudios demuestran que, cuando los pacientes con infecciones son atendidos por especialistas formados específicamente en enfermedades infecciosas, se reduce la mortalidad intrahospitalaria en un 19% y el coste de la estancia en un 41%".  "La creación de una especialidad MIR es la opción más viable y beneficiosa para el sistema sanitario español”, concluye. 

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