Nuevo golpe a la violencia machista. El titular del Juzgado de lo Penal 19 de Barcelona, el magistrado Salvador Roig Tejedor, ha declarado culpable de un delito de abuso sexual al futbolista Hugo Mallo por realizar tocamientos a una mujer que trabajaba como mascota del RCD Espanyol durante el saludo previo al partido entre este club y el Celta de Vigo el 24 de abril de 2019 en el RCDE Stadium de de Cornellà de Llobregat, en Barcelona.
En la sentencia, el juez condena a Mallo a la pena de 20 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros hasta un total de 6.000 euros así como al pago de todas las costas procesales. Además, el que en el momento de los hechos era el capital del Celta, tendrá que indemnizar a la víctima con 1.000 euros, más intereses, por los daños morales causados. Así, ha decidido no imponerle al actual jugador del Aris de Salónica la pena mínima de 18 meses contemplada en la ley al considerar que no ha habido "arrepentimiento del acusado hacia la víctima".
"Le cogió los pechos con las manos"
Hugo Mallo ha sido condenado por abuso sexual por agredir a la mujer que hacía de periquita antes de la disputa de un partido entre el RCD Espanyol y el Celta de Vigo, del que él era jugador entonces. Los hechos, presuntamente acontecidos el pasado 24 de abril de 2019 en el estadio de Cornellà-El Prat, habrían ocurrido sobre el mismo césped del campo blanquiazul -renombrado ahora como Stage Front Stadium- al finalizar el tradicional pasamanos entre los futbolistas de ambos conjuntos nacionales.
"Cuando Hugo Mallo llegó a la altura de las mascotas, al periquito le dio la mano como se hace habitualmente", comienza textualmente la denuncia que presentó la víctima el día después -el 25 de abril de 2019- ante los Mossos d'Esquadra. Sin embargo, también se afirma que el jugador cambió su actitud al llegar a su altura. "Pero cuando llegó a la Sra. Ana, que en ese momento estaba haciendo el papel de la periquita, este introdujo las manos bajo el disfraz y le hizo tocamientos en los pechos", recoge.
Según la declarante, Mallo "le cogió los pechos con las manos y comenzó a hacer movimientos", se añade en la misma. Aunque este polémico caso salió a la luz el pasado mes de enero, los hechos llevan años en la Justicia. De hecho, primero fue admitida a trámite la denuncia en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Cornellà de Llobregat desde el mismo momento de la presentación.
Tocamientos en el mismo césped
La víctima declaró ante el juez el 27 de junio de 2019 mientras el jugador lo hizo tan solo unos días más tarde, el 10 de julio. Entonces la defensa de Mallo pidió que se archivara el caso al asegurar que los hechos que la mujer denunciaba no habían ocurrido, pero su petición fue desestimada. Ya el 31 de mayo de 2021, la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Barcelona consideró que la denunciante ponía de manifiesto hechos que podrían ser constitutivos de un delito de abuso sexual, como finalmente han sido.
"Aunque parece que se produce de forma rápida, dura más que el resto de los saludos efectuados con anterioridad a la mascota, por lo que sí apreciamos que algo ocurre con la mascota y el jugador, ya que la mascota se mueve, le quita la mano al jugador y se coloca tras la mascota masculina; y podemos apreciar por la posición del jugador que ha podido incurrir en dichos tocamientos", añadió la jueza en su escrito tras sus declaraciones.
Tanto la abogada de la presunta víctima como la Fiscalía coincidieron entonces en solicitar para el deportista una pena de 24 meses de multa -de una cantidad diaria en proporción al patrimonio del acusado- cuyo pago tendría como destinatario el Estado, en virtud del artículo 181.1 del Código Penal. Fue el pasado 11 de julio cuando el que fuera capitán del Celta, de 32 años de edad, tuvo que acudir a un juicio oral mediante procedimiento abreviado por supuesto delito sexual en el Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona.