Ya hace cuatro años que conocí a Eduardo Ortuño, nieto de Bautista Cuallado, fusilado en octubre de 1939 que a su vez llevaba años intentando encontrar el hilo del que tirar, la mano amiga que nunca tuvo su madre o su abuela para sacar a Bautista del agujero al que lo arrojó el odio y la intolerancia. Pero Edu tuvo más suerte y la encontró.

La mala suerte es que también, él y nosotros, nos encontramos de bruces con el Gobierno de Rajoy y su hostilidad manifiesta hacia las esperanzas de la familia de Edu y otras miles como ella; Rajoy cumplió su primera promesa (quizá la única que haya cumplido en sus mandatos) contra la Memoria Histórica, la que pronunció en 2008 cuando perdió aquellas elecciones: “Si yo mando en España, no habrá ni un Euro público para las fosas de la guerra”… efectivamente, a los seis meses ya había liquidado la Oficina de Ayuda a la Víctima, desmontado la WEB con los enlaces a la Memoria Histórica del Ministerio de Justicia y el golpe definitivo, desfondar completamente la Ley de la Memoria Histórica vaciándola de presupuesto y dejando colgados multitud de proyectos como en nuestro caso fue el de Borriol, que por desgracia para el PP conseguimos acabar acudiendo por primera vez al Crowdfunding. Ahí es donde comenzamos el Proyecto de Exhumación de la Fosa 82.

Rajoy: “Si yo mando en España, no habrá ni un Euro público para las fosas de la guerra”

Hoy hemos conseguido dos objetivos: por una parte romper la política de tierra quemada de Rajoy contra las exhumaciones; la fase que comenzamos es importantísima para el Memorialismo valenciano y español porque demuestra que la Ley de la Memoria sigue siendo eficaz; gracias a las Instituciones democráticas y de izquierdas y su política de apoyo económico hemos podido reanudar las exhumaciones y cinco familias más podrán descansar por fin cumpliendo viejas promesas a esposas o hermanos fallecidos sin esperanza y cerrando sus heridas.

Por otra parte, también hoy empezamos a demostrar cuán valiosa es para las víctimas la sensibilidad y apoyo de las Instituciones. Pocos como el Grupo para la Recuperación de la Memoria pueden demostrar la gran diferencia entre unos Ayuntamientos hostiles e insumisos a una Ley vigente como es la de la Memoria Histórica y otros, incluso el mismo Ayuntamiento como sucede en Paterna, que ellos mismos se ponen al servicio de unas víctimas que sólo pretenden acabar ya su larga búsqueda y ejercer los Derechos Humanos que la legislación internacional les concede también a ellas.

Lo que en el primer caso se traduce en años de bloqueo como fue el caso Alcorisa, paralizado más de seis años por Rita Barberá y otros que alargando procesos logran que se tengan que devolver subvenciones o incluso el fallecimiento de los familiares. En el segundo caso los Ayuntamientos sensibles solucionan ellos mismos las dudas que surgen durante los procesos, como en su día hizo el alcalde de Benagéber o la misma Paterna, donde aquellos seis años se convierten en seis semanas.

Con todo, para el GRMH lo más importante de lo conseguido hoy es que cinco familias han contado con ayuda en vez de hostilidad por parte de la Diputación de Valencia, que les concedió la subvención para esta exhumación, y del Ayuntamiento de Paterna que ha resuelto él mismo las dudas y pegas, ambos en una actitud positiva y diligente… esta vez no fallecerá ninguno de ellos esperando como fue el caso Alcorisa y otros. Esta vez la justicia y la Reparación les llegará a tiempo, porque… ¿de qué sirve la Justicia si no se le otorga al vivo?