El coronavirus ha sido el gran protagonista de este 2020, que ya toca a su fin. La pandemia del SARS-CoV-2 tuvo su origen en una ciudad china, Wuhan, ya conocida mundialmente, donde un virus con síntomas relacionados con la neumonía empezaba a expandirse rápidamente por su población en los últimos días de diciembre de 2019.

La enfermedad se esparció por todo lo largo y ancho del país asiático, que fue el primero en someterse a un confinamiento estricto. No fue hasta que Italia detectó los primeros casos en Europa y ser la primera “vencida” por el virus cuando se empezaron a tomar cartas en el asunto. Poco después puso un pie en España.

El 31 de diciembre se notificó el primer caso de coronavirus en la isla de La Gomera (Islas Canarias), aunque fue una persona de origen alemán la que trajo el contagio desde su país natal. Pronto empezó a recorrer todos los rincones del país.

El resultado fue un colapso en los hospitales y camas de UCI y, el 15 de marzo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba a la población que España se sometería desde este día hasta un plazo indefinido a una cuarentena obligatoria y estricta, cortando de raíz la normalidad tal y como se conocía.

Casi 10 meses después, el Ministerio de Sanidad, rozando casi la “tercera ola” del virus, notifica este jueves 18.047 contagios nuevos, sumando 148 fallecidos al número total que se lleva la pandemia en nuestro país, y con una incidencia acumulada de 279 casos por cada 100.000 habitantes. El coronavirus sobrepasó meses atrás la barrera del millón de casos positivos diagnosticados con pruebas PCR.

El 2020 ha sido el año más duro para los españoles y, con el cierre del mismo, aún no se alcanza a ver la fecha en la que este virus mitigará. El pasado 27 de diciembre, gracias a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) empezó a distribuirse por múltiples puntos estratégicos de Europa la vacuna contra el coronavirus, siendo Araceli, de 96 años, la primera ciudadana española en recibir la inyección.

Los expertos sanitarios siguen incidiendo en que la vacuna significa “el principio del fin” de la pandemia del siglo XXI. No obstante, cada avance marca un paso más hacia el fin de la pesadilla vírica, aunque el 2021 todavía estará marcado por algunos de sus estragos.