Un informe de la Comisión Independiente sobre Abusos en la Iglesia Católica (Ciase) ha registrado al menos 216.000 víctimas de pederastia en el seno de la Iglesia católica francesa desde el año 1950. La cifra se dispara hasta los 330.000 si se tienen en cuenta los abusos sexuales cometidos por laicos, acorde a una investigación que se inició hace dos años y medio y cuyos datos se han revelado este martes desde París

Hace más de dos años, el Ciase inició una investigación sobre los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia católica. Las pesquisas han concluido recientemente y este martes han presentado los resultados. Jean-Marc Sauvé, presidente de la comisión, ha presentado el informe en París y ha advertido que las “cifras son abrumadores”, por lo que se requiere de “medidas muy fuertes”.

A finales de 2018, la Iglesia católica francesa dio un paso al frente y decidió investigar los casos de pederastia en el corazón de la institución desde el año 1950. Hace dos años y medio, los juicios contra religiosos por abusos sexuales a menores o por silenciar denuncias supusieron una epidemia que había que cortar de raíz. Uno de los más conocidos es el del cardenal Philippe Barbarin, por aquel entonces arzobispo de Lyon.

A finales de 2019, el Vaticano anunció dos nuevas leyes que dilapidaban el secreto pontificio, impuesto desde 1972 en materia de investigaciones, en los casos de pederastia por parte de miembros de la Iglesia. La Conferencia Episcopal de Francia decidió que una comisión independiente se encargara de las investigaciones de todos los posibles abusos desde 1950 y “las razones que favorecieron la manera en que fueron tratados esos asuntos”. Además, se les encomendó la proposición de medidas para evitar la iteración de nuevos casos.

Sauvé, receptor del encargo, es un católico practicante y exvicepresidente del Consejo de Estado. Convocó a 21 hombres y mujeres de diversos ámbitos, incluyendo a teólogos, expertos en derecho, psicólogos o trabajadores sociales, así como diversas religiones. De esta forma nació la Ciase que, tras seis meses desde su nacimiento, comenzó a recopilar testimonios con los que engrosar la investigador y las propuestas para evitar nuevos casos.

El informe ha sido aprobado por “consenso”, tal y como ha admitido Sauvé, y consta de 2.480 páginas, siendo 2.000 de ellas parte del anexo. La elaboración del mismo ha requerido dos años y medio, interrumpidos por la pandemia del coronavirus. Las cifras constituyen una “estimación mínima” y ha costado un montante cercano a los tres millones de euros que han sido sufragados por el Episcopado e instituciones religiosas.