El narcotráfico en Andalucía vuelve a estar en el foco. El trágico asesinato de dos guardias civiles en Barbate, arrollados por una narcolancha hace ya un mes, pone de nuevo a la provincia de Cádiz en el punto de mira. Hace ya años que pasó la época en la que Barbate copaba el mapa del negocio de la droga de la frontera sur de nuestro país. Ahora son otros los nombres que escuchamos, quizá con demasiada frecuencia, cuando se informa de narcotráfico, como La Línea de la Concepción o Algeciras. La comarca del Campo de Gibraltar sufre el drama del contrabando de hachís, y quizá algo más, en la actualidad. Con este suceso, el fantasma del narco ha vuelto a las playas de Barbate.

Andros Lozano es un periodista nacido en Valencia en 1984. Durante años se ha dedicado a investigar el negocio del narcotráfico en Andalucía. Andros escribe en Crónica, el suplemento dominical de El Mundo desde 2021. Antes fue reportero en El Español, y antes de eso se recorría el mundo de punta a punta como freelance. Su enorme mochila de contactos y experiencias le llevó a publicar su primer libro, Costo (Libros del K.O), en abril de 2023. Apodado por muchos como 'el Fariña del sur', Costo es una completísima guía por la historia y el funcionamiento del narcotráfico en el sur de España. Esta obra cuenta con la credibilidad de quien lleva años entrevistando a miembros de bandas que meten hachís por nuestras playas desde Marruecos, subiendose a las lanchas cargadas de fardos o hablando con policías, víctimas y jueces. Andros Lozano habla con ElPlural.com sobre su obra y el mundo del narco.

PREGUNTA: Costo se publicó hace ya casi 1 año. ¿Te ha cambiado mucho la vida desde entonces?

RESPUESTA: (Rie) No, salvo por esta locura de aparecer más en medios, no contando la historia, sino un poco con el foco puesto en mí. Es cierto que de alguna forma se reconoce el trabajo que has hecho durante más de una década, durante 13 o 14 años, investigando el negocio del narcotráfico en el sur de España, principalmente. Pero no, no ha supuesto un cambio drástico en mi vida, porque yo sigo trabajando en el periódico El Mundo, aunque es cierto que por ahí hay interés en hacer un documental e incluso también en llevarlo a ficción el libro. Pero bueno, más allá de eso no, el día a día es el mismo.

P: ¿Y te gusta ser el protagonista o prefieres estar detrás con la pluma?

R: Siempre prefiero estar detrás, pero también es verdad que Costo es fruto de muchos años de trabajo y que no molesta. No es algo que me quite el sueño: ni estoy todos los días en televisión ni hablando sobre el libro.

P: ¿Te gusta que se comparen Costo y Fariña?

R: Para mí es un halago. Las comparaciones en este caso son inevitables: es la misma editorial (Libros del KO) y el mismo negocio, aunque ubicado en diferentes puntos de la geografía española. Pero bueno, para mí es un halago y para mí ha sido un éxito rotundo en todos los aspectos, no solo en el literario, ya que la obra ha sido traducida a un montón de idiomas, ha llegado a la gran pantalla y a obras de teatro. Volviendo a la comparación con Fariña, yo me llevo muy bien con Nacho Carretero y le he dicho muchas veces que compartir de alguna forma ese mismo nicho para mí es algo muy positivo.

P: La investigación que te llevó a escribir el libro, que imagino es también una recopilación del trabajo de investigación que has hecho durante más años, ¿sigue en marcha?

R: Claro, el libro nace de labor de investigación propia. No he quitado el ojo de encima del negocio del narcotráfico, no solo en Andalucía, sino en el resto de España y un poco las implicaciones que conlleva a nivel internacional. Esta es una labor que prosigue y voy acumulando documentación, historias, investigaciones, causas que poco a poco te van descubriendo otras historias... es seguir haciendo acopio de cara a un hipotético futuro segundo libro.

P: Es inevitable hablar de la tragedia que se vivió hace un par de semanas en Barbate, municipio que de hecho aparece reflejado en el libro. Estas últimas semanas hemos visto como una parte de la población, de alguna forma, vitoreaba el ataque en algunos vídeos, y este jueves le rompieron la luna del coche a una de las viudas de los guardias civiles asesinados. Te quería preguntar, el narco en Barbate, ¿es pasado o es presente?

R: El narco es presente, pero no tiene la misma fuerza que en el pasado. Estas últimas semanas ha vuelto al presente el fantasma del pasado. En el negocio, en el ecosistema ahora mismo actual del narcotráfico en el sur de España, Barbate ya no tiene tanta influencia. Y una evidencia es que, aunque hubieran vecinos del pueblo vitoreando a esos narcos, no eran la mayoría. Y luego los narcos que iban subidos a esas lanchas, en su mayoría, bueno, por lo menos los detenidos, ninguno era de Barbate, y la información que yo tengo es que el resto de tripulación tampoco era de Barbate.

Barbate ha salido salpicada por un acontecimiento voluptuoso, y es cierto que no le podemos restar responsabilidad en una parte de su población que se apostó aquella noche a ver cómo jugueteaban primero con la embarcación de la Guardia Civil y cómo al final pasaron por encima de los de los agentes, pero Barbate ya no es lo que era en el negocio. Ya no hay grandes narcos, como existieron.

P: También hemos visto a vecinos y autoridades incidir en esta idea: la necesidad de desestigmatizar Barbate.Te quería preguntar si te han escrito de Barbate o de algún otro municipio de Cádiz desde que escribiste el libro.

R: Sí, al final es algo lógico. Me escribe gente de los pueblos, gente normal, sin ningún tipo de vinculación ni con fuerzas policiales ni con el negocio. Para mí honra un poco mi trabajo, porque lo que intentaba era, con ese libro, no manchar más la imagen de ningún pueblo, ni centrarme en demasiado en algún punto de la geografía gaditana o andaluza, sino hacer un recorrido por distintos puntos de, precisamente, el litoral andaluz para contar de qué modo ha ido afectando el negocio del narcotráfico y las figuras que han ido saliendo en esas poblaciones.

P: ¿Y algún narco te ha escrito por lo que cuentas en el libro?

R: Si (ríe), algún narco me ha escrito, pero no para decir que… Bueno, me ha escrito. Se han puesto en contacto conmigo o me han llegado sus opiniones, sus críticas culturales, pero no para para criticar lo que digo, sino para decir, de alguna forma, que me quedo corto, que el negocio tiene todavía muchas más aristas y muchos más escenarios posibles o escenas que a lo mejor mi cabeza no ha sabido mostrar.

P: ¿Tú qué porcentaje de la población estimas que vive directa o indirectamente del narcotráfico en la provincia de Cádiz?

R: Es que es muy complicado decírtelo. Te digo miles y seguramente acierte, pero no puedo saber, no se puede saber. No hay una cifra exacta. Mira, el OCON-Sur, el grupo que creó la Guardia Civil, que estuvo activo entre verano de 2018 y verano de 2022, en toda Andalucía detuvo a 12000 personas relacionadas de alguna forma, directa o indirectamente, con el narcotráfico. Eso fue en toda Andalucía, pero fue solo un grupo específico de la Guardia Civil.

P: Bueno, en el libro obviamente lo cuentas un poco pero, ¿qué factores sociales o políticos pueden llevar a un chaval de 15 años a echarse al mar a descargar fardos de una goma, o a mover hachís por las calles, o simplemente a estar de punto, como explicas en el libro, vigilando?

R: Es cierto que el entorno socioeconómico en determinados puntos de Andalucía no favorece. Sanlúcar de Barrameda, Barbate o La Línea de la Concepción son lugares donde el entorno socioeconómico, para una parte de la población, es desfavorable. Pero no se puede decir que los narcos, o quien se adentre en el mundo del narcotráfico, lo hace porque no tiene trabajo, o porque lleva dos años parado.

Es decir, también hay una voluntad propia, un impulso, una pulsión personal de cada uno, para dejar una vida decente y adentrarse en la criminalidad. Entonces, al igual que hay un caldo de cultivo que beneficia de alguna forma a la existencia del narcotráfico, también yo creo que hay una causa mucho más potente, y es que el mayor productor de hachís del planeta está a un puñado de millas, a 15 minutos en una lancha de la bahía de Algeciras, por ejemplo.

Además, los cárteles latinoamericanos se han dado cuenta de que tienen otra vía de entrada por las vías tradicionales de introducción del hachís a través de lanchas, y también a través del puerto de Algeciras, que año tras año se coloca entre los ocho o diez primeros en cuanto a incautaciones de cocaína en Europa. Entonces, bueno, es más el volumen de negocio que mueve el narcotráfico en el sur de España lo que hace que haya gente que tenga el impulso de entrar en el negocio, que luego la falta de oportunidades económicas, porque si fuera por eso habría muchísima más gente relacionada con el narco de la que hay. Hay mucha gente que malvive con 800 euros al mes y decide no caer en el negocio del narco.

Siempre ha habido gente que prefiere en una noche ganar 30000 euros yendo a bordo en una lancha o descargando un alijo de hachís en una playa que levantándose a las seis de la mañana para ir a una fábrica o una oficina. El paro influye, pero lo hace más el punto que ocupa Cádiz en el mapa internacional del narcotráfico.

No lo podemos achacar simplemente a la falta de oportunidades, o a la falta de desarrollo socioeconómico en algunas zonas de determinadas poblaciones, porque nos estaríamos engañando a nosotros mismos. Si el País Vasco estuviera en Cádiz, los vascos serían narcotraficantes y se montarían en lanchas, aunque tuvieran el mismo porcentaje de paro en el mismo nivel de riqueza y las mismas oportunidades laborales para los jóvenes. Eso seguiría ocurriendo igualmente porque el negocio narcotráfico trasciende todo eso.

P: En el libro también cuentas, o explicas, que las mafias de narcotráfico en La Línea de la Concepción y de Algeciras están a un paso de funcionar como un cártel, y que ese paso es entrar en las instituciones. Y, en cierto modo, dices que ya están empezando a funcionar de esa manera, según algunas, supongo, de las de las fuentes que a las que has hablado.

R: Sí, sí, eso me lo reconoció el propio fiscal jefe de Algeciras, Juan Cisneros, que ahora mismo ellos tenían la sensación de que las organizaciones están acaparando tanto poder como para unirse y tener controlado un territorio y convertirse en un cártel. Es cierto que, hasta el momento, eso se ha sabido contener, pero el riesgo es evidente y es latente: la corrupción existe porque la gente se deja tentar.

P: ¿Hasta qué punto podemos hablar de corrupción política en el narcotráfico en Cádiz?

R: ¿Corrupción política? No, no. Seguro que hay algún alcalde por ahí que hace la vista gorda de alguna forma, pero corrupción política no se ha demostrado de ninguna forma. Los Castaña, los dos hermanos de la Línea de Concepción que tuvieron varios juicios en los últimos años, se suponía que tenían a sueldo, o se les acusaba de tener a sueldo a dos policías nacionales y a un policía local. Los dos policías nacionales eran hermanos. Uno de ellos se presentó por Ciudadanos a las elecciones municipales, si no recuerdo mal, de 2015. Al final salieron absueltos. Es decir, no se pudo comprobar de ninguna forma que hubiera una causa-efecto en formar parte de ese clan y a su vez que los narcos quisieran que se presentara a la alcaldía de un municipio, de San Roque, que precisamente por ahí pasa el río Guadarranque, donde se acusó durante un tiempo a los Castaña de tener un narco embarcadero. En ese momento, la sospecha existía, pero al final han sido absueltos. Es decir, no se ha demostrado que existiera una voluntariedad de los narcos de tener a un alcalde en un municipio por el que pasaba un río por el que circulan las lanchas. O circulaban, porque ya está cerrado.

P: ¿Y no crees que para ese proceso que decíamos de funcionar como un cártel, de algún modo, tiene que haber cierta complicidad de las instituciones?

R: Claro, claro. Ese es el último eslabón, pero, por el momento, en los puntos del litoral gaditano y el litoral andaluz donde el narcotráfico golpea más fuerte, normalmente los alcaldes son bastante beligerantes con el negocio. Lo hemos visto estas últimas semanas, con Barbate.