Sergio, el niño de siete años asfixiado por su madre en Almería, envió un mensaje de audio a su abuela paterna el 23 de septiembre, en el que pedía auxilio:  "Abuela llama a papá que venga que mamá me está haciendo daño", afirmó el pequeño, al que un juez había dejado bajo la custodia de su padre, pero que en el momento de la tragedia se encontraba solo con su progenitora.

Según adelanta el diario Ideal, tras recibir los mensajes, el padre llamó al 112 para informar de la solicitud de ayuda lanzada por el pequeño, desde su domicilio,  ubicado en el residencia de Villa Inés, en Huércal de Almería, y posteriormente interpuso una denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil de Huélcar y un juez decidió, tres días antes del crimen, que la custodia fuera otorgada al progenitor. La pareja había dejado en el camino un historial de denuncias mutuas. Ella le denunció por un delito de violencia de género en 2017, del que él salió absuelto. El hombre, por su parte, acusó a su expareja por acoso hacia sí mismo y hacia su familia y "desastención" del menor:  cuando estaba con ella "no iba a clase, no comía bien o no estaba cuidado en condiciones, con falta de higiene".

La sentencia que resolvía retirar la guarda y custodia a la madre tiene fecha de 7 de octubre, por lo que estaba en trámite de notificación cuando sucedieron los hechos.

El niño no sería "para nadie"

El pasado jueves 10 de octubre, la madre de Sergio, Ana María Baños, fue detenida en El Ejido, Almería, después de asfixiar a su hijo. La mujer llevaba al niño muerto en la parte de atrás del coche. Pidió a una conocida que sacara al pequeño, lo que la mujer rechazó hacer. Fueron los Servicios de Emergencia y la Policía los que confirmaron el fallecimiento. Según ha trascendido, la presunta asesina repetía una y otra vez que si el niño no era para ella, no lo sería "para nadie" más. Ella había estado ingresada durante nueve días por un brote psicótico y había recibido el alta médica con prescripción de tratamiento farmacológico.

En el mismo pasillo que Ana Julia Quezada

Ana María Baños está en prisión provisional en la cárcel de El Acebuche (Almería), en el mismo módulo donde está Ana Julia Quezada. Las autoridades penitenciarias han optado por aplicarle el conocido artículo 75 del Reglamento Penitenciario, que establece su protección frente al resto de la población reclusa, por lo que está en aislamiento respecto al resto de internas, aunque, como en Almería solo existe un espacio reservado para mujeres, el módulo uno, la presunta asesina de Sergio comparte el mismo pasillo que la asesina del pequeño Gabriel.  Ambas ya han mantenido contacto, según La Voz de Almería.