Fundación Aquae, la fundación del agua por excelencia, mantendrá en verano su podcast ‘Conversaciones Aquae’ adaptándolo a las necesidades educativas que las familias y los estudiantes están demandando por el "olvido estival", es decir, la pérdida inconsciente de los conocimientos académicos. Así, los tres próximos programas abordarán en profundidad éste fenómeno, añadiendo el "olvido post-pandemia".

En el primer podcast, que se publica hoy, se hace una descripción de esta situación basándose en los efectos que ha provocado en la comunidad educativa más de tres meses de confinamiento en el que 9.552.000 estudiantes, tanto escolares como universitarios presenciales, no han podido asistir a clase en nuestro país. El cierre desprevenido de los centros educativos como medida para contener el coronavirus ha afectado al 91% de la población estudiantil en más de 190 países, lo que equivale a cerca de 1.600 millones de niños y jóvenes en todo el mundo.

El verano no es sinónimo de desconexión educativa

Durante los casi 100 días de cuarentena, y a pesar de la rapidez con la que la mayoría de los centros educativos han intentado adaptarse a esta situación, no todos los alumnos han podido mantener el ritmo de seguimiento de formación, al igual que muchos profesores tampoco han podido dar todos los elementos necesarios para adecuar bien las clases en línea.

«Los estudiantes de familias con contextos económicos y sociales más difíciles han sufrido en mayor medida las consecuencias del cierre de los colegios durante el confinamiento, lo que nos alerta sobre el crecimiento de nuevas ‘brechas educativas’ y la necesidad de hacerles frente», explica Mariola Urrea, presidenta del Consejo de Estrategia de Fundación Aquae y profesora universitaria en La Rioja.

España, Italia y Portugal son los países europeos que más periodos vacacionales comprenden, aproximadamente 11 semanas, en los que se calcula que la mayoría de alumnos tienen una regresión severa de los conocimientos que adquieren durante el curso escolar. Asimismo, ha de sumarse este año las consecuencias del "olvido post-pandemia", debido a las circunstancias extraordinarias los alumnos no han podido aprender tanto como si fuesen clases normales presenciales. 

«El “olvido estival” tiene un impacto mayor entre alumnos de entornos socio-económicos más desfavorecidos. Aquellos alumnos de familias con más recursos ofrecen a sus hijos alternativas para el verano en las que se combinan ocio y formación, lo que permite reforzar o, incluso, incrementar los conocimientos trabajados durante el curso académico. Esta diferencia puede acrecentarse este año por los efectos de la pandemia y el tiempo que han permanecido los colegios cerrados», destaca Cristina Balbás, directora de Escuelab

La clave para intentar hacer frente a estos olvidos es continuar trabajando con los niños durante este verano, sin restarles espacio para el descanso y el ocio. Una aclamada salida a la que suelen recurrir los padres de los más pequeños son los famosos campamentos de verano, sin embargo, debido al aumento de los brotes en nuestro país, ya se han cancelado muchos de ellos, en especial los que se comprenden en varios días.