Las mujeres tienen menos presencia profesional en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), que es precisamente donde se produce una mayor oferta de empleo de calidad. Urge revertir esta tendencia en un sector sumamente masculinizado y clave en la economía, donde cada año se quedan sin cubrir 120.000 vacantes. Una de las claves para revertir esta tendencia es trabajar en la base, en la educación de las niñas de las nuevas generaciones y despertar en ellas la vocación de convertirse en matemáticas, ingenieras, científicas o, por qué no, astronautas.
Agbar, compañía comprometida con el desarrollo sostenible, ha puesto en marcha la iniciativa Aquae STEM, que pretende despertar las vocaciones STEM entre alumnas de Primaria de entre 8 y 12 años. Además busca sensibilizar sobre este asunto a su entorno más próximo, sus familias y sus compañeros de clase, todo ello poniendo el foco en el equipo docente.
Los docentes desempeñan un papel crucial en la formación de esta nueva generación de niñas a las que fomentan el interés por las disciplinas STEM. Más que simples educadores, los maestros y las maestras que se han incorporado al programa de Agbar son los arquitectos de un cambio significativo en la percepción de las niñas sobre el mundo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Sin su dedicación y compromiso, el objetivo de promover nuevas generaciones de mujeres en estos campos sería inalcanzable. Por eso, el programa reconoce y valora, sin ambages, el rol esencial del profesorado como agente de cambio.
Los docentes que participan en el programa destacan la motivación que generan en sus alumnas, consiguiendo en muchos casos que se impliquen activamente con el mismo. "Está habiendo un cambio en ellas en relación a su vocación por las disciplinas científicas. Están viendo que son muy hábiles con este tipo de tareas”, asegura Eva María Cortés, profesora en el CEIP Gregorio Marañón de Cala del Moral (Málaga).
Uno de los problemas a la hora de combatir esta brecha educativa es la percepción que tienen las niñas sobre sus capacidades, posiblemente basadas en sesgos de género. Según un informe de ESADE de marzo de este año, en 4º de primaria, las niñas presentan una probabilidad un 15% menor que los niños de considerar las matemáticas como su materia preferida, y entre 8 y 9% menor de considerarse buenas, aprender rápido, o disfrutar. Para Juan Carlos Buide, profesor en el CEIP Ntra. Sra. del Rosario de Torre-Pacheco (Murcia), el programa está haciendo un trabajo estupendo para cambiar esa percepción: “Las alumnas están encantadas. Al resolver retos en la plataforma han ganado mucho en autoestima y seguridad, que son tan necesarias para que piensen en dedicarse a la ciencia en un futuro próximo”.
El profesorado, clave a la hora de despertar vocaciones
Una de las claves del éxito del programa es la capacidad del profesorado para crear entornos educativos inclusivos y equitativos, donde las niñas se sientan valoradas, empoderadas y capaces de sobresalir en las disciplinas STEM. Pura Sánchez, profesora en el CEIP Miguel de Cervantes de Ciudad Real, es un ejemplo del entusiasmo y compromiso que demuestran los docentes que participan en el programa: "Es un gran estímulo, porque cada año es distinto y permite relacionar los retos que propone con otras líneas de trabajo del centro. Al combinarlos podemos crear una propuesta que es muy atractiva para las alumnas y que impulsa su motivación”.
Todos estos docentes han recibido formación especializada a lo largo del curso, para poder incorporar a sus rutinas las dinámicas del programa. La formación se desarrolla de dos maneras:
- Formación síncrona, al inicio de curso, con sesiones formativas en las que se les explica el proyecto y la metodología, además de capacitarles para su desarrollo en el aula. Estas sesiones se celebran en formato online. A través de una plataforma digital, los profesores y profesoras encuentran tood tipo de recursos para llevar a cabo el programa y lograr el mayor impacto en sus alumnas.
- Formación asíncrona, con vídeos formativos que están a disposición de los profesores en la plataforma digital. Están organizados en cinco módulos distintos, con más de 8 horas de contenido. También cuentan con una guía docente que es un documento con toda la información necesaria para que el profesorado pueda conocer la actividad, los conceptos clave a desarrollar y preparar antes de desarrollarla en el aula.
Asimismo, el programa dispone de personal en constante contacto con los colegios que se encarga de dar soporte y apoyo para facilitar la puesta en marcha de Aquae STEM y solventar todas aquellas dudas que pudieran surgir durante su desarrollo a lo largo del curso.
En los últimos cinco años se han formado más de 550 maestros y maestras de 80 colegios de toda España, que han trabajado para fomentar la ciencia y la tecnología entre más de 6.000 alumnas.
Los profesores proporcionan a sus alumnas apoyo y orientación a la hora de elegir sus carreras futuras. Estos son los puntos clave del programa:
- Influencia en la elección de materias, presentando de forma interesante, atractiva y relevante las áreas STEM
- Superación de prejuicios y estereotipos: pueden desafiar y dejar de lado los estereotipos de género y fomentar un ambiente inclusivo. Alentando a las niñas a participar activamente, pueden ayudar a superar barreras culturales y sociales.
- Enseñanza de habilidades críticas: no solo transmiten conocimientos, sino también habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad; fundamentales en STEM.
- Modelos femeninos a seguir: son referentes para sus estudiantes. Su pasión por las STEM y su compromiso con el aprendizaje pueden inspirar a las niñas a seguir carreras en estas áreas.
- Apoyo emocional: pueden brindar apoyo emocional a las niñas, ayudándolas a superar desafíos y a creer en su propio potencial. Esto es especialmente importante en las STEM, donde las niñas pueden enfrentarse a dudas o inseguridades.