Dos adolescentes de 15 años de edad han pasado a disposición de la Fiscalía de Menores de Cádiz por delitos de torturas y contra la integridad moral por prender fuego en el pelo de una mujer con una discapacidad del 72%, a la que raparon con una maquinilla de afeitar. Las jóvenes lo grabaron todo en un vídeo que difundieron en sus redes de contactos.

Las vejaciones se produjeron en el domicilio de la mujer, en Conil (Cádiz) aprovechando la confianza que tenían con el hijo de la víctima, según adelanta ABC. La Policía Local remitió a la Guardia Civil un informe acompañado del vídeo difundido en las redes sociales y de mensajería instantánea, en el que se podía ver a una menor que vejaba gravemente y entre risas a una mujer mayor. 

Las chicas no mostraron arrepentimiento

Los guardias civiles fueron los que llevaron a cabo la investigación, en el marco del Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad en los Centros educativos, y localizaron a la menor de 15 años y a la víctima, una mujer de 65 años, que sufre una discapacidad mental del 72 por ciento. La joven y su amiga, que grabó el vídeo, fueron citadas a comparecer en el cuartel acompañadas por sus madres. Ninguna de las dos mostró el menor signo de arrepentimiento, según la citada información.

Las diligencias se entregaron a la Fiscalía de Menores de Cádiz y las chicas quedaron bajo la custodia de sus progenitores, sin ninguna otra consecuencia. Los agentes acudieron al domicilio de la víctima, que no ha interpuesto ninguna denuncia. La mujer rechazó el ofrecimiento de los guardias de llevarla auna peluquería para intentar arreglar el daño provocado por la adolescente y dijo que sólo quería olvidar lo sucedido.

La Guardia Civil ha recordado la importancia fundamental del Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad en los Centros educativos y sus entornos, donde año tras año se realizan campañas de prevención de conductas lesivas para los menores, como campañas contra el acoso escolar, de prevención del consumo de estupefacientes, de riesgos en Internet o contra la violencia de género, pero también de concienciación para poner freno a aquellas conductas que tienen como blanco a los más vulnerables. Este año todos los esfuerzos se centrar en prevenir delitos de odio como el sufrido por la víctima de Conil.