Tras varias polémicas, Djokovic ha vuelto a España. Más concretamente a Marbella, uno de sus destinos predilectos, donde se le ha podido ver en el paseo marítimo con un detalle que ha hecho saltar todas las alarmas: No llevaba la mascarilla puesta.

La situación se volvía más grave cuando han empezado a salir fotografías con sus seguidores del mismo día, también con la boca descubierta. Y es que, aunque pueda parecer ajeno al problema de la pandemia, no lo es. Después de que el deportista haya tenido que recluirse varias veces a causa de estar en situaciones de riesgo, organizó un torneo benéfico en Balcanes que acabó con dos entrenadores, cinco tenistas y otras tres personas vinculadas al evento infectadas.

Ahora, es noticia por su vuelta a Málaga sin mascarilla, aunque no es la primera vez que vuelve a la ciudad andaluza sin respetar las medidas de seguridad. Cuando Marbella no se encontraba aún en la fase que dejaba a los deportistas entrenar, él volvió para hacer lo propio. Este cúmulo de hechos parecían decir que Djokovic no estaba demasiado informado de cómo había que actuar frente al virus. Lo cierto es que aunque haya cometido esta infracción (en Andalucía las mascarillas son obligatorias), el tenista y su esposa han respetado la cuarentena pertinente y han vuelto a la ciudad andaluza sin rastros del virus.

En referencia al virus, el tenista número 1 del mundo se posicionó hace unos meses en contra de la vacunación para el Covid-19. Su postura era tan fuerte que llegó a declarar que si fuese necesario vacunarse para poder viajar, se replantearía su vuelta al tenis. Un argumento considerado por muchos de lo más peligroso en los tiempos que corren.